LIBERTAD EN UNA PÁGINA: Metropolitano express

 Nestor Helí Díaz Díaz**

   Es lunes de agosto por la mañana, el reloj marca las 8 y 30, las agujas marchan sin espera, los transeúntes «despistados» se convierten en pasajeros por casi una hora; con su mochila al hombro o una cartera en el brazo. Los amarillos buses despliegan su recorrido por el caótico tráfico limeño, se adueñan del tramo principal de la vía expresa; sin un servicio confortable, menos aún la renovación de su flota obsoleta. – ¡Último carro del Expreso uno señores! Se oye desde la bocina de la supervisora, en la estación Matellini. Los que les «gusta» salir tarde corren a paso de atletas, como si fueran en busca de un premio que los salvara su semana. – Mochilas adelante, puerta delantera vacía, entre con cuidado, no se empujen, listo señores bus lleno, regresen a sus columnas, péguese a la baranda. La otra señorita vocifera con las indicaciones.

   Una mochila negra quedó atrapada en la puerta automática, el conductor tiene que parar unos segundos, la pausa se transforma en trifulcas dentro de la movilidad. – Por qué te metes amiga,  si yo llegué primero. Una señora de chaleco con reloj de réplica A1, le increpa a una más joven.  – Levántate, prosigue. – ¡Ya seño cállese! Un adulto del fondo calma la bronca. Enrumba el recorrido,  yo sentado en el asiento trasero del primer vagón, ya que salgo con holgura de tiempo. A través de las lunas se puede observar el paisaje de cemento con coloridos paneles publicitarios, se sortea en cada estación algunos árboles que crecen a su suerte para cobijo de las aves sin dueño. El corredor está abarrotado, doy una vista general y todos los pasajeros con los ojos en sus benditos celulares; no es que el jefe les mensajea, se encuentran en los vídeos cortos de Tik Tok, en sus redes sociales, YouTube o «chismeando» el estado de su vecino o colega. La tecnología los sumerge en un divertido o vicioso momento, para dejar pasar las riñas en cada parada.

   – Señores usuarios, el servicio C desde el día de hoy llegará hasta Ramón Castilla, ya no realizaran trasbordo y podrán ahorrar tiempo y dinero.  Es la voz grabada que se emite desde cada mini parlante. – ¡Eso debieron hacer hace meses! Me conversa un ciudadano de blanca camisa del costado. – Ya las protestas terminaron, y tendremos nuevo presidente. Resalta. – Presidente sí,  pero que gobierne con coherencia, es una utopía. Le contesto. – Siguiente estación: Aramburú. El camino se torna liviano para los que vamos sentados, mientras los que se mantienen de pie, empujando o en cada frenazo se sienten vivos. – ¡Pare señor por favor, he pasado de estación!. Se levanta una chica con todo en su lugar y cabello encogido. Ella se había dormido, seguramente soñaba que viajaba en el metro de París, con elegancia y confort rumbo a la presentación de una obra teatral. Y en realidad sí que fue un teatro, cuando tuvo que «latear» en tacos ocho cuadras y llegar para el break de su trabajo.

  El Metropolitano de la gris Lima enrumba cada sol hacia el norte y sur de la capital, al cual se sumergen como sardinas los pasajeros hambrientos de unos minutos demás, que les permitiera arribar temprano a su destino. Ya transcurrió 45 minutos (similar a un primer tiempo de un match) y el bus de segundo uso anuncia su aterrizaje en la Estación Central. La mayoría nos acomodamos de pie para bajar cogidos de los desgastados parantes que piden a gritos mantenimiento en cada palpada. Es la estación del Centro Cívico que, ostenta entradas y salidas por cuatro direcciones; lo cual es estratégico para negocios al paso hasta casas de apuestas deportivas o tiendas de marca. «El viaje» por el momento ha concluido, una experiencia que desnuda la realidad de nuestra sociedad y las organizaciones gubernamentales; con falencias no aptas para ser anfitriones de los visitantes del mundo y mucho menos de eventos de gran magnitud. Cuando se invierta «en serio» (la moda Gareca), el Metropolitano, los trenes subterráneos que atravesarán la ciudad colocarán en el podio a la metrópolis, eso sí; ¡sin vaciar los bolsillos del pasajero, turista, peregrino!

  • * Administrador de Empresas y Periodista.
  • Cuenta con el Máster Internacional en Gestión Deportiva, del Johan Cruyff Institute. El cual lo obtuvo tras ganar el concurso  de media beca a nivel nacional.
  • En la actualidad escribe crónicas en diferentes medios de comunicación del país y forma parte del Círculo de Periodistas Deportivos del Perú, afiliado a AIPS América (Asociación Internacional de la Prensa Deportiva).
  • Asociado a la Federación de Periodistas del Perú.
  • Libro Publicado: FÚTBOL: Crónicas Centro al Área. Best Seller en Amazon.