Durante la última semana, el gobierno decidió levantar aún más las restricciones establecidas producto de la pandemia de la COVID-19. Al respecto la Universidad ESAN manifiesta que, si bien, no hemos entrado en la etapa endémica, este cambio evidencia la necesidad que existe para poder reactivar más los negocios que fueron duramente golpeados durante estos dos años.
El docente de la carrera de Administración y Finanzas de la Universidad ESAN, Edmundo Lizarzaburu, afirma que, el aumento en el aforo debería generar que algunos sectores como es el caso del turismo y restaurantes, puedan iniciar un proceso de recuperación significativo, contribuyendo con la cadena de pagos (clientes, empresa, proveedores y consumidores).
«Es importante indicar que esto no tendría en el corto plazo un efecto representativo por el alza de los productos que se ha presentado en los últimos meses, pero hacia el segundo semestre del año podría empezar a mostrarse indicadores positivos», agregó.
Lizarzaburu señala que esta medida permite además dinamizar el regreso a las oficinas, algo que sin lugar a dudas generaría un aumento en la productividad y un dimensionamiento de las funciones de los colaboradores.
El especialista asegura también que esta situación tendría que permitir que la morosidad que se presentó tanto por empresas como por ciudadanos, se reduzca de a poco, logrando de esta manera que el flujo de ingresos aumente y el de egresos no se dispare.
El maestro recalcó que no se debe olvidar la situación que se vive entre Ucrania y Rusia, pues esto podría tener efectos muy significativos en el precio de productos que conforman la canasta básica familiar de manera directa o indirecta. En la misma línea indica que el aumento de los aforos significa poder tener más clientes dentro del local, algo que ayudará a generar mayores ingresos, pero no nos podemos olvidar los gastos y costos que podrían aumentar a raíz del conflicto entre rusos y ucranianos, para ello es clave, mantener el equilibrio.
