Serguéi Lavrov
Canciller de Rusia
Nuestros planes para el desarrollo interno están claramente definidos. Trabaja activamente el Gobierno de la Federación de Rusia. En los últimos días, el presidente Vladímir Putin sostuvo varias reuniones con los miembros del Gobierno, dedicadas a diversas vías para asegurar el avance constante de nuestra economía en un entorno que se ha creado hoy en día debido a la agresiva política ilegal de EEUU y sus satélites. El objetivo es claro, liberarse de cualquier necesidad de depender de las cadenas financieras, bancarias, logísticas y de suministro, que de un modo u otro están controladas o muy influidas por colegas occidentales. Este rumbo está claramente definido en las decisiones que se han tomado y se tomarán.
También hemos identificado las direcciones principales en el frente de política exterior para el futuro previsible. En marzo de 2023, el presidente Vladímir Putin aprobó el Concepto de la Política Exterior de la Federación de Rusia en su nueva redacción radicalmente revisada a base de las realidades del mundo moderno. Occidente ha demostrado su total incapacidad de negociar y poca fiabilidad como socio en cualquier empresa. La mayoría mundial no quiere aceptar esta actitud egoísta y desea desarrollarse en plena conformidad con sus intereses nacionales, con los intereses de cada país, respetando plenamente los principios de la Carta de la ONU, empezando con el respeto a la igualdad soberana de los Estados. Desde que la Carta fue adoptada en 1945, ninguna acción de política exterior de Occidente en el ámbito internacional ha tenido en cuenta o respetado el principio, como se establece en la Carta, de la igualdad de derechos de las naciones grandes y pequeñas, independientemente de sus valores, religiones y, en general, tradiciones que tienen.
En el frente de la política exterior, hemos definido claramente los puntos de referencia para desarrollar relaciones con aquellos que están dispuestos a hacerlo en pie de igualdad, beneficio y respeto mutuos a través de un diálogo franco y negociaciones, dirigidas a encontrar un equilibrio de intereses, y no soluciones que sirven exclusivamente a los planes egoístas unilaterales de algunos, como se manifiesta, en la gran mayoría de los casos, en las discusiones en las que participa Occidente, encabezado por EEUU.
El año pasado demostró un rechazo a los modales tradicionales para el hegemón occidental, que se basan completamente en su interés propio y no tienen en cuenta la opinión de todos los demás. Sí, gobernar todo el mundo durante 500 años y durante casi todo este período, con la excepción, tal vez, del período soviético, no tener ningunos competidores serios, probablemente, hace que uno se vuelva más adicto al papel de un hegemón. Pero la vida avanza, aparecen y ya se han reforzado nuevos centros de crecimiento económico, poder financiero e influencia política, que en su desarrollo superan de forma significativa los mismos EEUU y otros países occidentales.
Estoy seguro de que ustedes conocen nuestras evaluaciones del desarrollo de las relaciones con la República Popular China. Es la economía de más rápido crecimiento junto con India. Las relaciones con China están atravesando el mejor período de su historia centenaria. Nos resulta especialmente valioso el que Xi Jinping realizara su primera visita de Estado después de la reelección como Presidente de la República Popular China a Moscú en marzo de 2023. A su vez, en octubre de 2023, el presidente Vladímir Putin visitó China para participar en el tercer Foro Internacional de la Franja y la Ruta.
Se están avanzando gradualmente las relaciones de asociación estratégica privilegiada con India. Aquí también se ha establecido un diálogo regular al más alto nivel, contactos entre las instituciones sectoriales a través de los Ministerios de Asuntos Exteriores.
Si hablamos de nuestro entorno cercano, por supuesto, son los países de Medio Oriente, Irán, Turquía, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Catar. Desde luego, estamos interesados en desarrollar relaciones no solo a través de canales bilaterales, sino también con estructuras regionales creadas por muchos de nuestros socios. Me refiero al Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo, la Liga de los Estados Árabes, la ASEAN, la Unión Africana, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, etc.
Estamos llevando nuestra asociación con África a un nivel verdaderamente estratégico. Así lo confirmó la segunda Cumbre Rusia – África, celebrada en San Petersburgo en julio de 2023.
La conferencia parlamentaria internacional Rusia –América Latina, celebrada en otoño de 2023, fue una importante etapa en el desarrollo de nuestras relaciones con el continente latinoamericano. Consideramos a África, América Latina y los países asiáticos como centros independientes emergentes de un mundo multipolar.
Trabajamos activamente en la ONU. Se estableció allí y ha estado funcionando con éxito durante varios años el Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de las Naciones Unidas. Se adoptan declaraciones conjuntas sobre cuestiones fundamentales del desarrollo mundial en su marco. Este grupo estimula activamente el trabajo de la Asamblea General en su conjunto, promoviendo iniciativas conjuntas, incluidas las de Rusia. Apoyamos las ideas de nuestros socios en esta nueva estructura.
Me gustaría señalar un acontecimiento muy importante, se adoptó en el 78º período de sesiones de la Asamblea General de la ONU la resolución titulada Combatir la glorificación del nazismo, neonazismo y otras prácticas que contribuyen a exacerbar las formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia. A pesar de las artimañas de Occidente, fue aprobada por una abrumadora mayoría de votos. Pero me gustaría recalcar el hecho de que, por segunda vez consecutiva, Alemania, Italia y Japón votaron en contra de este documento. Los países del Eje, que en su momento, tras su derrota en la Segunda Guerra Mundial, se arrepintieron públicamente de los crímenes cometidos durante aquella guerra y aseguraron a todos que esto no volvería a suceder. El hecho de que en los últimos dos años estos Estados votaran en contra de una resolución en la que se exige impedir que resurja el nazismo, plantea serias preguntas y nos hace pensar en qué dirección se están desarrollando estos procesos ideológicos no solo en estos Estados, sino también en Occidente en su conjunto.
Trabajamos constructivamente en otras plataformas también. A este respecto, cabe poner de relieve a nuestros aliados más cercanos. Esto se refiere al Estado de la Unión de Rusia y Bielorrusia, así como la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, en el marco de la que promovimos los objetivos de facilitar la estabilidad multidimensional, incluida la defensa meramente militar, biológica y la defensa general de nuevos desafíos y amenazas como el terrorismo, el narcotráfico y otro tipo de delincuencia organizada. La Unión Económica Euroasiática tomó unas decisiones cruciales encaminadas a profundizar la integración euroasiática, encajar dichos procesos en los proyectos como la iniciativa china de la Franja y la Ruta, interaccionar con la Organización de Cooperación de Shanghái, la ASEAN y todos los demás estructuras y países situados en nuestro enorme continente euroasiático en que vivimos juntos.
Este año, Rusia asumió la presidencia en la CEI. Intentamos continuar los fructíferos proyectos que arrancaron en 2023. Entre otras cosas, prestaremos una atención especial a la Organización Internacional para la Lengua Rusa fundada en la cumbre de Biskek en otoño de 2023.
Todos los miembros de la Comunidad avalaron dicha iniciativa de Kazajstán. Cualquier Estado del mundo puede participar en la organización recién establecida. Somos conscientes de que el idioma ruso es popular en todos los continentes. Esperamos que haya muchos participantes interesados en la entidad.
Acabo de mencionar la Organización de Cooperación de Shanghái en calidad del proyecto paraguas al amparo de que, paralelamente a la Unión Económica Euroasiática, interactuamos con la ASEAN y otros organismos subregionales, y procuramos que se fomente objetiva y naturalmente la Gran Asociación Euroasiática. En la primera Cumbre Rusia-ASEAN el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, habló sobre esto. Dicha asociación ya está perfilándose.
En el contexto actual, significa mucho la asociación económica que responde a los intereses de todos los Estados de nuestro continente. Dios mismo dispuso que aprovecháramos estas objetivas ventajas competitivas que nos ofrece la ubicación en un espacio único, espacio que es el motor de crecimiento de la economía mundial desde hace mucho tiempo. Dicho espacio seguirá desempeñando este papel por largos años. Aparte de los proyectos mutuamente beneficiosos, es crucial facilitar en la misma base la seguridad político-militar en Eurasia pese a otros factores. Vamos a abogar por que los países del continente cumplan este objetivo sin que Estados extrarregionales traten de ingerirse en estos procesos con sus “reglas”. Estamos convencidos de que los países euroasiáticos son plenamente capaces de lidiar con todo por sí solos.
He enumerado diversas estructuras regionales, pero también existe la estructura suprarregional y global. Se denomina los BRICS y simboliza la riqueza del mundo multipolar. Devino el paso sumamente importante hacia el fortalecimiento de las posiciones de los BRICS la decisión tomada el año pasado por la Cumbre en la República Sudafricana en relación con el aumento de participantes de la unión. Rusia, que el pasado 1 de enero asumió la presidencia en los BRICS, prestará una atención particular a que los novatos se adentren orgánicamente en el trabajo general, contribuyendo a la consolidación de las tendencias positivas no solo en el seno de la unión como tal, sino también en el escenario internacional en beneficio de la mayoría mundial. Si tenemos en cuenta que más de 20 (casi 30) países desean aproximarse a los BRICS, podemos ver que esta unión tendrá un gran futuro con participantes de alcance global.
Seguimos priorizando la defensa de los legítimos intereses y derechos de los rusos en el extranjero. Ustedes saben bien cómo se ven discriminados en los Estados de Occidente colectivo. Muchos de ustedes lo describen, a diferencia de sus colegas occidentales que intentan cada vez más frecuentemente ocultar la verdad acerca de cómo se sienten los periodistas en los Estados de “la democracia arraigada” (perdónenme por estas palabras). Pero, además de problemas cotidianos que encaran nuestros ciudadanos en EEUU, Europa y otros países, no desaparecen las emergencias tanto naturales como causadas por el hombre.
Últimamente, hemos ayudado enérgicamente a evacuar a los rusos, ciudadanos de la CEI y varios otros Estados de la Franja de Gaza. Unos meses antes, tomamos medidas semejantes en Sudán que se había hecho escenario de un conflicto interior.
En lo relativo a la diplomacia pública, me gustaría destacar cierto hito en su trayectoria, o sea la creación del Movimiento Internacional de Rusófilos en marzo de 2023. La entidad constituye la asociación informal de personas que viven en distintos continentes y sienten que son espiritual y culturalmente vinculados con Rusia. Se celebró la asamblea constitutiva del Movimiento. Su primera conferencia a escala completa está prevista para la primera mitad del año corriente.
Seguiremos propugnando los ideales de la verdad y justicia en los asuntos internacionales. Haremos todo lo posible para que las relaciones internacionales sean más democráticas. En este sentido, nuestro Ministerio apoya explícitamente la iniciativa de Rusia Unida por celebrar en Moscú el Foro de los Partidarios de la Lucha contra las Prácticas Contemporáneas del Neocolonialismo entre partidos a nivel internacional. Es un tema acuciante, precisamente porque la naturaleza neocolonial, la esencia de la política occidental, se manifiesta expresamente en las acciones actuales de Estados Unidos y sus aliados. Esta naturaleza sigue con el mismo sentido que es usar a beneficio propio los recursos de los demás y vivir a expensas de otros. Se prevé que el Foro venidero será un acaecimiento bastante interesante y transcendental.
Rusia está en plena elaboración de una serie de grandes eventos internacionales dentro de la agenda cultural. Entre ellos está el Festival Mundial de la Juventud. Queda muy poco tiempo hasta su inicio. Se prevén los Juegos del Futuro que combinan el deporte físico y cibernético y los Juegos Deportivos de los BRICS. Kazán acogerá ambos acontecimientos (los Juegos del Futuro se efectuarán en febrero, y los de los BRICS, en verano de 2024).
Se está diseñándose el concurso de canciones internacional Intervision. Muchos países de la mayoría mundial expresaron su interés en participar. Haremos todo lo posible para que todos nuestros huéspedes que acudirán a los eventos ya mencionados y muchos otros podrán experimentar con plenitud la cordialidad y hospitalidad rusas, tal como sucedió en 2018, cuando acogimos el final de la Copa Mundial de Fútbol.
En conclusión, me gustaría confirmar nuestra disposición a conversar con los representantes de los medios en formas totalmente distintas. Espero que los representantes del Ministerio que están aquí sean reprochados de que evitamos hablar con periodistas. Sin embargo, otros miembros de la cúpula del MAE, los jefes de los Departamentos, nuestros empleados (especialmente cuando asisten a eventos internacionales como parte de la delegación rusa) simplemente están obligados a contar sobre nuestro trabajo y facilitar que nuestras actividades sean claras y transparentes. De hecho, es lo que aspiramos a lograr.
Pregunta: ¿Si se celebran elecciones en Ucrania este año, puede llegar al poder alguien dispuesto a hablar con Rusia, según Usted? ¿En qué medida es fundamental para Rusia que Ucrania firme un acuerdo de seguridad con Londres y posteriormente con otros países del G7 para la futura solución del conflicto? ¿Significa esto que Ucrania no tendrá un estatus neutral?
Respuesta: Francamente dicho, no estamos preocupados por las vicisitudes que se observan en la discusión de de la vida política ucraniana. El tema de elecciones se ha abordado. Hemos oído que Occidente recomienda insistentemente a Vladímir Zelenski que celebre tales elecciones, presumiblemente esperando que la campaña electoral y las votaciones le alineen más con los intereses de Occidente. Porque parece que con cada vez más frecuencia se escapa de sus manos.
Vladímir Zelenski anunció públicamente que no organizaría las elecciones porque el país está en plena guerra. Esto parece ser una nueva escenificación y refleja únicamente el deseo personal de Zelenski y sus ayudantes bien conocidos de aferrarse al poder lo más fuerte posible. Eso es lo que veo.
Occidente desearía tener más flexibilidad. Aparentemente, ya se han dado cuenta de que la anunciada «blitzkrieg» con el objetivo de infligir una «derrota estratégica» a Rusia es solo una ilusión y que la situación ha cambiado drásticamente, sobre todo en sus mentes. Se han dado cuenta de su error, aunque es difícil admitirlo. Esto se refleja en que están buscando señales externas que les permitan apoyar a Ucrania y al mismo tiempo empujar a Kiev para que sea más dócil y obedezca a sus patrocinadores occidentales. Es difícil decir en qué medida será difícil realizarlo.
En cuanto a la segunda parte de su pregunta, esta historia no es nueva. Hace varios meses, hubo debates en Occidente sobre si admitir a Ucrania en la OTAN o en la Unión Europea. No todos estuvieron a favor de eso, ni todos estuvieron contentos, ya que muchos entendían claramente que fue un nuevo paso irresponsable y arriesgado para la seguridad europea. Como una especie de «producto semiacabado», se inventó la firma de acuerdos bilaterales con varios países occidentales. He oído del contenido del documento acordado entre Zelenski y el Primer Ministro británico Rishi Sunak. No vi disposiciones jurídicamente vinculantes en su análisis, a menos que se consideren tales los compromisos de Ucrania a defender a Gran Bretaña en caso de alguien lance una ofensiva contra estas islas. Parece anecdótico. Pero, por otro lado, puede considerarse como una continuación del estilo de Kvartal 95 Studio. Tal vez ahora se llame de alguna otra forma.
No nos oponemos a los acuerdos que otros países firmen con Ucrania, pero eso no cambia nuestro objetivo. El Presidente Vladímir Putin lo confirmó hace unos días. Continuaremos persiguiendo los objetivos de la operación militar especial de manera consecuente y persistente. Los alcanzaremos.
Occidente envía señales regularmente y luego las retira. Las percibimos con sensatez. El Presidente Vladímir Putin ha declarado en reiteradas ocasiones que Rusia no se niega a las negociaciones. Lo declaró en 2022, cuando, por instrucciones de Boris Johnson y otros anglosajones, se prohibió a Ucrania firmar el acuerdo ya acordado sobre el arreglo del conflicto con Rusia. Esta historia es bien conocida y tuvo lugar en abril de 2022. Al pronunciar un discurso al respecto en 2022, el Presidente Vladímir Putin reiteró que no renunciamos a las negociaciones, pero aquellos que se niegan deben entender que cuanto más tiempo se demoren, más difícil será llegar a un acuerdo. Ahora vemos que este pronóstico se hizo la realidad. No hay ninguna esperanza de que Rusia sea «derrotada». Esto se declaró muchas veces. Aquellos que no han estudiado historia (hay muchos en Occidente) y geografía, saben poco, pueden fantasear sobre estos temas. O escribir un nuevo guion para el mencionado Kvartal 95 Studio. Pero esto no tendrá nada que ver con la vida real.
Pregunta: Permítame primero felicitarle por el Año Nuevo y desearle a usted y al pueblo ruso victorias en todos los frentes.
Estados Unidos crea «coaliciones políticas y militares internacionales» que lanzan ataques contra Yemen, continúan apoyando e alentando a Israel en el genocidio del pueblo palestino y en acciones militares contra los pueblos de Siria y Líbano. ¿Cómo evalúa Moscú estas acciones?
Respuesta: En repetidas ocasiones hemos hecho declaraciones públicas evaluando lo que está sucediendo en Oriente Próximo. No solo en la Franja de Gaza, sino también en general en los territorios palestinos y alrededor de Líbano, Irak y también Yemen.
Sin duda, Estados Unidos junto con los británicos y algunos de sus otros aliados han violado y pisoteado todas las normas imaginables del Derecho Internacional, incluida la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. Solo instó a proteger la navegación comercial. Nadie autorizó a bombardear Yemen. Del mismo modo, nadie autorizó a la OTAN a bombardear Libia en 2011. En aquel momento, hubo una resolución sobre la creación de una zona de exclusión aérea en Libia. Se suponía que la Fuerza Aérea de Libia no volaría. Y no voló. No existía ningúna razón remotamente válida para usar la fuerza allí. Pero bombardearon el país y lo convirtieron en un «agujero negro». Hasta ahora, nadie ha podido reunir al Estado libio. Un gran número de refugiados se han precipitado hacia Europa, de lo que sufre. Y los estadounidenses y los británicos no están sufriendo. Los terroristas se dirigieron hacia el centro de África, a los que Occidente utilizó para derrocar a Muamar Gadafi.
La misma arbitrariedad se observa en lo que está emprendiendo ahora con respecto a Yemen. Todos lo entienden. Las declaraciones de justificación que provienen de Washington son, diría yo, muy lamentables.
Hace unos días, en Davos, el Secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, declaró que todos los países de Oriente Próximo quieren que Estados Unidos esté presente en la región y desempeñe un papel protagónico allí. Me es difícil juzgar en qué medida lo quieren realmente los países de la región. Hay que preguntarselo. Pero un país, Irak, ya tomó una decisión hace varios años que dice algo así: «Estimados señores estadounidenses, muchas gracias por venir, sus bases militares estuvieron aquí, vamos a poner fin a esto de alguna manera y les acompañaremos a casa». Los estadounidenses simplemente no se van.
Hace muy poco tiempo, desde Bagdad, se oyeron nuevamente declaraciones sobre la falta de deseo de los estadounidenses de retirarse de allí, a pesar de que hace mucho tiempo les solicitan retirarse. Es especialmente triste que el Secretario de Estado Antony Blinken también mencionara que solo EEUU puede desempeñar un papel mediador y contribuir al arreglo del conflicto entre los palestinos e israelíes. Habló de eso. Oímos y sabemos de estos contactos «semicerrados» con la participación de Estados Unidos, Israel y algunos Estados árabes. Pero todos estos contactos no implican un diálogo directo entre los palestinos e israelíes. Implican que los «adultos» se pondrán de acuerdo en algún lugar sobre cómo los palestinos deben seguir viviendo y posteriormente se lo «presentarán». Esto no tendrá éxito. Solo un diálogo directo, que debe reanudarse, puede contribuir a avances. Fue difícil, pero se lograron avances con el apoyo del Cuarteto de mediadores internacionales. Siempre nos pronunciamos por que representantes de la Liga Árabe siempre participaran en las activiades del Cuarteto (EEUU, Rusia, la ONU y la Unión Europea). Lamentablemente, esto fue bloqueado por los estadounidenses y europeos. Y luego EEUU disolvieron completamente los Cuartetos, monopolizando todo el proceso mediador.
En septiembre de 2023, el asesor del Presidente de EEUU de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, declaró que nunca antes los acontecimientos en Oriente Próximo se habían desarrollado tan pacíficamente como en los últimos años. Un mes después, estalló el conflicto en la Franja de Gaza. Aquí debemos confiar en el trabajo colectivo a que Estados Unidos ya no está acostumbrado. Está acostumbrado a dictar.
El martes de la próxima semana se celebrará una reunión especial del Consejo de Seguridad de la ONU sobre este tema. Planeamos participar. Tengo que ir a Nueva York con ese fin. Presentaremos nuestras propuestas allí, dirigidas precisamente a reanudar los esfuerzos conjuntos en lugar de intentar resolver todo a solas. Y no solo allí. Después de todo, Estados Unidos quieren promover su agenda en todo el mundo. Veremos.
Quizás la vida deba enseñarle algo a nuestros colegas occidentales. Y los países de la región deben insistir en que ellos viven aquí y que la seguridad de todos los Estados ubicados allí es de importancia vital. Nadie seguramente prohibirá los consejos externos, pero las decisiones finales las deben tomar los propios actores regionales.
El objetivo principal de los esfuerzos debe ser el establecimiento de un Estado palestino de plena conformidad con las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Un Estado que (según se establece en estas resoluciones) sea viable y exista en seguridad y buena vecindad junto a Israel y otros países de la región. Sin esto, sin importar lo que ocurra, veremos reiteración de la violencia que se observa actualmente en Gaza. Sin la creación de un Estado palestino, su pueblo seguirá sintiéndose oprimido, viviendo en condiciones de injusticia. Generación tras generación, los jóvenes palestinos sentirán esta injusticia y se lo transmitirán a sus propios hijos. Debemos poner fin a esto. La creación de un Estado palestino debe ser el punto final. Espero que las autoridades de Israel lleguen finalmente a esta conclusión. Ahora, no todos en Israel consideran esto admisible para Israel. Como se dice, aquí no se puede hacer nada más que mentalizar. Pero sin la creación de un Estado palestino, la seguridad confiable de Israel no puede ser garantizada.
Rusia está interesada en que Israel y su pueblo vivan en seguridad. Ellos son nuestros socios desde hace mucho. Nuestro país fue el primero en reconocer la independencia de Israel. Actualmente allí están unas dos millones de personas provenientes de nuestro país que son simultáneamente ciudadanos de Rusia. Naturalmente, esto no nos da igual. Estamos dispuestos a desempeñar un papel enérgico en contribuir a una solución integral que garantice la seguridad de Israel en el contexto del pleno cumplimiento de la resolución de la ONU sobre la cuestión palestina.
Pregunta: Hubo información de que el año pasado Estados Unidos entregó a Rusia algunas propuestas por escrito para iniciar un proceso negociador sobre el control de armas. En aquel momento, el Ministerio de Asuntos Exteriores confirmó que la cuestión de enviar una respuesta oficial a la parte estadounidense estaba siendo considerada. ¿Se envió finalmente una respuesta?
¿Cuáles son las perspectivas que ve usted? ¿En qué medida están presentes hoy? ¿Es posible reanudar el diálogo con Estados Unidos sobre cuestiones de estabilidad estratégica? ¿Es apropiado hacerlo ahora, es útil dadas las circunstancias actuales, en el contexto del conflicto con Occidente y en medio de la política abiertamente hostil de Washington?
Respuesta: Últimamente, se ha hablado mucho sobre las posibilidades de reanudar el diálogo estratégico con Estados Unidos. Este tema surge constantemente en conversaciones y contactos con los medios de comunicación.
Hablar seriamente sobre estas perspectivas (como adultos) no es posible sin tener en cuenta la situación general en el ámbito de la seguridad internacional y la estabilidad estratégica. En la actualidad, hay una tendencia muy negativa en esta área. Esta tendencia se está agravando. Esto se debe principalmente a la intensificación de la lucha en torno a procesos históricos que acompañan un cambio en el orden mundial del modelo unipolar a un orden mundial policéntrico.
Occidente, que durante 500 años dirigió todos los procesos en la Tierra, ahora se resiste encarnizadamente. Lo estamos observando. No quiere permitir la transición a la multipolaridad. De esta manera, se opone al rumbo natural y objetivo de la historia e intenta mantener el dominio global que se le escapa. Además, al intentar contener estas tendencias objetivas, Occidente no se limita en la elección de medios de presión sobre aquellos que no aceptan estas ambiciones hegemónicas y defienden los principios de igualdad estipulados en la Carta de las Naciones Unidas.
En cambio, Occidente intenta mantener un dominio absoluto en el mundo. Washington es quien en primer lugar aplica esta política, pero se encuentra con cada vez más obstáculos. Uno de ellos es Rusia, que ha demostrado su determinación de no permitir que se menoscaben sus intereses, los intereses de una gran potencia y uno de los centros de civilización mundial. Proporcionalmente a la firmeza de nuestro rumbo para defender nuestra identidad y nuestros intereses, aumenta el grado de hostilidad de Estados Unidos. Washington optó por una expansión desenfrenada de la OTAN cargada de hostilidad hacia Rusia en el espacio postsoviético, y provocó el conflicto en torno a Ucrania.
Como saben, no nos hemos resignado al hecho de que el régimen de Kiev sea utilizado como una herramienta para crear amenazas directas a nuestra seguridad, y no al otro lado del océano, sino directamente en las fronteras de nuestro país. No aceptamos el uso del régimen de Kiev para un ataque frontal contra todo lo ruso: el idioma, la educación, la cultura, las personas que han vivido desde hace siglos en los territorios, desarrollados por sus bisabuelos y tatarabuelos, que siempre han sido rusos, parte del mundo ruso. Querían convertir a Kiev en una herramienta para destruir esta historia, la memoria conjunta y destruir cualquier vínculo entre los pueblos ruso y ucraniano. También es una amenaza directa a nuestros intereses.
En respuesta a las medidas que hemos tomado para proteger nuestros intereses, nuestro «contorno exterior», EEUU ha desencadenado una guerra híbrida total para lograr un «estrangulamiento» político y económico (llamemos las cosas por su nombre) de Rusia e infligirnos la ya mencionada «derrota estratégica» en el «campo de batalla». Lo anunciaron todo públicamente.
No vemos el menor interés de EEUU ni de la OTAN en encontrar una solución justa al actual conflicto ucraniano. Ni siquiera quieren oír hablar de nuestras preocupaciones, no quieren hablar seriamente de eliminar las contradicciones fundamentales. Por el contrario, Occidente está tratando de hacer todo lo posible para agravar la crisis ucraniana. Esto crea ahora riesgos estratégicos adicionales.
El otro día, los ex jefes de las Fuerzas Armadas de EEUU en Europa, Ben Hodges y Philip Breedlove, dieron consejos públicos al régimen de Kiev de que era necesario «bombardear» Crimea hasta el punto de que fuera imposible vivir allí. Son jubilados. En cuanto a los políticos actuales, sabemos con toda certeza que los británicos promueven los mismos consejos, recomendaciones e incluso planes en sus contactos con el régimen de Kiev. Como siempre, la vida no les enseña mucho. Antes decían que apoyarían a Kiev «tanto como sea necesario», ahora dicen «tanto como sea posible». Es un detalle que refleja un cambio ligero en la evaluación de la situación. Por Dios. Es un asunto suyo.
Casi lo mismo sucedió en Afganistán. Los estadounidenses estuvieron allí durante 20 años. ¿Es esto «tanto como fue necesario» o «tanto como fue posible»? ¿Qué consiguieron allí?
También Irak, Libia y cualquier país en el que EEUU y sus satélites han organizado sus aventuras. ¿Dónde ha mejorado la situación? ¿Dónde se ha establecido la democracia para la que todo esto se inició?
Por desgracia, el mismo destino espera a Ucrania. Al confiar en el «amo», sin darse cuenta de que «solo piensa en sí mismo, y no piensa en ti en absoluto», no se puede esperar que se tengan en cuenta de alguna manera los intereses de tu pueblo. No solo «incitan», ejercen la presión para un uso cada vez más agresivo de armas de largo alcance para impactar Crimea y hacerla «inhabitable» y adentrarse en el territorio de la Federación de Rusia, sino también transfieren armas necesarias. Esto demuestra que Occidente no quiere encontrar una solución constructiva que tenga en cuenta las preocupaciones legítimas de la Federación de Rusia.
La política destructiva liderada por EEUU ha resultado en una profunda, por decirlo sin rodeos, degradación de las relaciones entre Rusia y EEUU y en un cambio radical de las circunstancias de seguridad respecto a las que existían cuando se concertó el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas. Washington simplemente dejó al lado el entendimiento y todos los principios a base de los cuales nuestros países a su tiempo se acordaron establecer la interacción, incluso en el control de armas.
En el preámbulo del START se refleja nuestro acuerdo de adherirnos al principio de indivisibilidad de la seguridad, según el cual nadie refuerza su seguridad a expensas de la seguridad de otro. Este principio fue pisoteado en el contexto de la preparación para desencadenar el conflicto ucraniano. También se estipula en el preámbulo el compromiso de Rusia y EEUU de desarrollar relaciones a base de la confianza y la cooperación. ¿Cómo se puede hablar de confianza ahora? Todos lo entienden perfectamente.
En realidad, hace mucho que EEUU apostaron por alcanzar la superioridad militar, tratando de asegurar «la libertad de acción» y desmantelando paso a paso todo el sistema de tratados sobre el control de armas: el Tratado entre EEUU y la URSS sobre Misiles Antibalísticos, el Tratado entre la URSS y EEUU sobre Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio, el Tratado de Cielos Abiertos. Lo mismo pasó con el Tratado de las Fuerzas Armadas Convencionales en Europa y el mismo START debido al hecho de que EEUU han creado unas condiciones inaceptables para implementarlos.
Permítanme recordarles que fue la parte estadounidense la que en su día «congeló» el diálogo estratégico bilateral, alegando lo desfavorable del ámbito militar y político. En el otoño de 2022, cancelaron la ronda que estábamos dispuestos a realizar.
No hace tanto, de repente volvieron a recordar lo importante que es controlar las armas nucleares y empezaron a enviarnos, incluso en el documento que usted ha mencionado, algunas «señales» sobre su supuesta disposición a reanudar el diálogo sobre estas cuestiones. Además, propusieron separar las negociaciones sobre la estabilidad estratégica del contexto militar y político general. Como pueden ver cada día, este contexto es irreconciliablemente hostil hacia nosotros. Nos difaman en cada rincón, nos llaman agresores, exigen que retrocedamos a las fronteras de 1991, que dejemos en paz a la «pobre» Ucrania democrática. Han reconocido que lo están haciendo todo, pero han propuesto, continuando haciéndolo, sentarse y hablar sobre el tema específico de limitar armas estratégicas y en general sobre el tema del diálogo estratégico.
Hace tiempo, tocaron este tema solo para reanudar las inspecciones y visitar nuestras instalaciones nucleares. Mientras tanto, suministraban armas a los ucranianos con las que se disparó contra nuestras bases de bombarderos estratégicos. Esta gente ni siquiera conoce la decencia básica. Ni siquiera hablo de una comprensión integral de los intereses nacionales y de lo que es posible en las negociaciones internacionales. Aquí ni siquiera se respeta la decencia básica. No nos sorprende.
Resulta que Rusia es su enemigo, nos han declarado como tal, pero están dispuestos a hablar de volver a examinar nuestro arsenal nuclear estratégico. Dicen que es diferente. Su objetivo es claro, bajo el lema de reciprocidad, tratar de establecer de alguna manera el control seguro de nuestro arsenal nuclear, minimizando los riesgos nucleares que surgen debido a la presión militar sobre nuestro país. Se habla cada vez más en Occidente de lo posible que es un enfrentamiento directo de las potencias nucleares. Hay cada vez menos limitaciones en este sentido. Los polacos y los británicos hablan seriamente de que es necesario preparar ciertas unidades de la OTAN para que entren en Ucrania y tomen ciertas posiciones allí. Lo dicen las personas en el poder.
Consideramos que las ideas estadounidenses son inadmisibles. Al hablar de la estabilidad estratégica, representantes de Washington no ocultan su intención de quitar de los corchetes el componente no nuclear de la confrontación militar, es decir, las fuerzas no nucleares. Su objetivo es evidente: reforzar de esta manera la considerable superioridad de la que Occidente colectivo goza en dicho campo.
En condiciones de la guerra híbrida que Occidente está librando contra Rusia, no vemos motivo alguno no sólo para tomar medidas conjuntas adicionales en la esfera del control de armamentos y de reducción de riesgos estratégicos, sino tampoco para mantener con EEUU una conversación sobre la seguridad estratégica.
No descartamos que pueda ser posible en el futuro. Tampoco rechazamos, y no lo hemos hecho nunca, la posibilidad de solucionar por la vía política y diplomática las discrepancias que existen. Sin embargo, condicionamos de manera estricta e inequívoca tal posibilidad por el preliminar y completo rechazo por Occidente a su deliberada política encaminada a minar por todos los medios la seguridad de Rusia y sus intereses y a la falta de respeto por los intereses nacionales de Rusia que suele demostrarse en público.
Cualquier interacción hipotética en la esfera de la seguridad estratégica exigiría que EEUU estuviera dispuesto a abordar el tema, sin desestimar la relación que existe entre los factores importantes para la seguridad estratégica y no sólo de aquellos aspectos suyos que le interesan a Washington. Los estadounidenses nunca se han mostrado proclives a adoptar este enfoque universal de los problemas de la seguridad estratégica. Y mucho menos podría ocurrir algo así en las condiciones actuales.
Sería necesario eliminar las discrepancias críticas en la esfera de la seguridad, fruto de la expansión de la OTAN hacia el Este. Recordemos que lo comentamos en diciembre de 2021. Mejor dicho, llevamos tiempo diciéndolo. En diciembre de 2021, fueron formuladas propuestas concretas que podrían haber prevenido el conflicto actual y salvado de esta forma la economía europea que está siendo “hundida” ahora con éxito por EEUU. Sin embargo, como bien saben, aquellas propuestas rusas fueron rechazadas.
En cuanto a si informamos de ello a la parte estadounidense. Sí que lo hicimos. Las ideas que acabo de exponer en rasgos generales fueron plasmadas sobre papel, al igual que las propuestas que nos había hecho llegar la parte estadounidense. En diciembre de 2023, las hicimos llegar a Washington. Le informamos a EEUU que aquellas evaluaciones no tenían alternativa para nosotros. Partimos de que en dicho campo no queda nada por decir.
Pregunta: Si se le pidiera que resumiera en una o varias palabras los resultados de las relaciones ruso-chinas en 2023, ¿qué palabra o palabras elegiría y por qué? ¿Qué es lo que espera de las relaciones bilaterales este año?
Respuesta: Ya he señalado en mi palabra introductoria que las relaciones entre Rusia y China, tal y como subrayaron en más de una ocasión nuestros líderes, se encuentran en la mejor etapa de toda su Historia. En una serie de declaraciones aprobadas al más alto nivel se recogió por escrito que estas relaciones son más sólidas, seguras y avanzadas que una alianza militar en la visión propia de la época de la Guerra Fría.
En realidad, esta característica refleja el estado actual de las cosas. No hay ninguna esfera de la actividad humana, donde nuestras relaciones con la República Popular China no estén registrando un intenso desarrollo.
En lo tocante a la economía, el nivel de 200.000 de dólares que se había fijado a modo de objetivo, el año pasado fue superado considerablemente. Dicha tendencia se seguirá registrando. Se verá propiciada por el hecho de que en condiciones de estar destruyendo los países occidentales todas las bases de la globalización que ellos mismos habían promovido y recurriendo a las sanciones y demás medidas ilegítimas, estamos pasando a mecanismos del desarrollo comercial y de cooperación en el sector de las inversiones que se vean exentos de cualquier influencia occidental. Así, más del 90% de las transacciones es efectuado en monedas nacionales. El proceso en cuestión se mantiene también con muchos otros países.
Además del mecanismo de las Cumbres del Presidente de Rusia, Vladímir Putin, y del Presidente de la RPC, Xi Jinping, existe el mecanismo de reuniones anuales de los Jefes de Gobierno, en el marco de las cuales funcionan 5 comisiones intergubernamentales encabezadas por los Viceprimeros ministros. No tenemos con ningún otro país un mecanismo de cooperación tan elaborado ni de tan alto nivel.
La estructura de la interacción estratégica y de abarcadora asociación entre Rusia y China permite, además de coordinar la realización de proyectos mutuamente beneficiosos, garantizar el continuado acompañamiento de las labores necesarias para su puesta en práctica.
Anualmente son celebrados eventos en las esferas de la cultura y la cooperación en humanidades y educación. Veo estas relaciones como unas que gozan de unas extensas potencialidades, en función de los objetivos marcados en marzo de 2023, cuando Xi Jinping acudió a la Federación de Rusia en su primera visita tras ser reelegido Presidente de la RPC y en octubre de 2023, cuando el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, visitó, en calidad de uno de los invitados principales, el III Foro Un cinturón, una ruta.
Ya se ha acordado toda una serie de eventos previstos para este año. Ofrecerán más posibilidades de diálogo a niveles más alto y alto en todas las esferas de la asociación y cooperación entre Rusia y China.
Se puede elegir muchas palabras que transmitan la alta evaluación de nuestra cooperación. No me gustaría elegir ahora una sola, ni dos, ni tampoco tres, a excepción de la palabra “amistad”. Desde hace muchísimo tiempo “son hermanos para siempre los rusos y los chinos”. Este dicho surgió en la URSS, quizás fuera entonces algo artificial y más tarde las relaciones bilaterales no tomaron el mejor de los rumbos. Sin embargo, en la etapa actual, cada vez mayor número de ciudadanos rusos visita China como turistas o por motivos de negocio, así como en el marco de intercambios culturales y educativos. Comparten sus impresiones de los viajes y no lo hacen a nivel de ministerios o entidades de algún tipo, sino a nivel de contactos con ciudadanos chinos. Ofrecen la evaluación más entusiasta de la simpatía mutua que sintieron allí.
Estamos promoviendo en estos momentos de manera activa los vínculos fronterizos entre las zonas limítrofes de China y Rusia. Es una iniciativa que propicia también tendencias positivas.
Por supuesto, hay asuntos económicos y comerciales que deben solucionarse y cada parte desea acordar las condiciones que le beneficien más. Sin embargo, en todos los casos, los intereses de Rusia y China al término de las negociaciones se reducen a un denominador común. Es ejemplo de cómo cualquier otro miembro de la comunidad internacional podría solucionar los problemas que tiene.
Pregunta: Los líderes de Armenia y Azerbaiyán han intercambiado hace poco declaraciones bruscas. Del “escollo” sirvió la comunicación entre Azerbaiyán y Najicheváñ. Bakú exige que las cargas y las personas se desplacen por esta ruta sin ser sometidos a controles, de lo contrario, la frontera con Armenia no será abierta en ningún otro sitio. Ereván no acepta este tipo de retórica. Comente esta situación. ¿No impedirá este intercambio de declaraciones la normalización de las relaciones entre Bakú y Ereván?
Pregunta: Es verdad que en los últimos días los líderes de Armenia y Ereván en sus comentarios públicos abordaron el tema de la comunicación entre la parte principal de Azerbaiyán y Najicheváñ. El Primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, dijo en cierta ocasión que Armenia “estaba en contra del corredor de Zanguezur”.
Nunca se habló de este corredor en el marco de los acuerdos alcanzados por el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, el Presidente de Azerbayián, Iljam Alíev, y el Primer Ministro de Armenia, Nikol Pashinián (1,2,3,4).
En la declaración que firmó el 9 de noviembre de 2020 parando la guerra se decía que serían desbloqueados todos los vínculos económicos y de transporte en la región. La República de Armenia garantizaría la seguridad de la comunicación entre las zonas occidentales de la República de Azerbaiyán y la República Autónoma de Najicheváñ, para organizar un libre movimiento de ciudadanos, medios de transporte y cargas en ambas direcciones. El control de la circulación de los medios de transporte es efectuado por los órganos del Servicio de Guardia Fronteriza del Servicio Federal de Seguridad de Rusia”. Es un extracto del documento firmado en formato tripartito el 9 de noviembre de 2020.
Nikol Pashinián dijo que deseaba las mismas condiciones para el tránsito por el territorio armenio durante la circulación de Azerbaiyán y Najicheváñ a través del territorio iraní. A decir verdad, no he visto en ello mucha lógica, dichas rutas apenas podrían compararse.
En el marco del Grupo de Trabajo tripartito сreado en 2021 a nivel de Viceprimeros ministros de Rusia, Armenia y Azerbaiyán, se acordó que, al ser desbloqueados los vínculos y las rutas, los países, por cuyo territorio pasa dicha ruta desbloqueada conservan completamente la soberanía y la jurisdicción sobre las mismas en su territorio.
En el marco del Grupo de trabajo tripartito creado a nivel de Viceprimeros ministros en junio de 2023, se acordó que, para empezar, sería desbloqueada la circulación del transporte ferroviario. Dicho paso fue acordado y abordado por el Presidente Putin durante su visita a Ereván. Al margen de la Cumbre de la OTSC se celebró una reunión aparte con el Primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián. Recuerdo perfectamente que esta iniciativa fue recibida de una manera bastante positiva, pero luego todo “se diluyó”.
Entendemos perfectamente que estos “retrocesos” en los acuerdos alcanzados, por desgracia, no son poco frecuentes. No sé, qué en concreto impidió que los acuerdos sobre los principios de la reanudación de la circulación entre el territorio de Azerbaiyán y Najicheváñ que plasmaran sobre papel. Conocemos de sobra que los “bienintencionados” consejos de los amigos occidentales siempre están presentes en Transcaucasia. Y son escuchados a veces por uno u otro participante en el proceso. Todos saben también que estos consejos nunca van orientados a fomentar acuerdos entre los países de la región en base al equilibrio de sus intereses, sino a promover los objetivos geopolíticos de los mencionados países occidentales.
Estoy convencido de que la reanudación de la comunicación no tiene alternativa. Los parámetros de la misma están recogidos en el acuerdo tripartito. La ruta para por el territorio soberano de Armenia, bajo el control del Servicio de Vigilancia de Fronteras del Servicio Federal de Seguridad. En el mismo documento fueron acordados los principios y los procedimientos del control fronterizo y aduanero a la entrada en Armenia desde Azerbaiyán y a la salida de Armenia a Najicheváñ que forma parte de Azerbaiyán.
Pregunta: En los últimos días en los medios ha aparecido una serie de publicaciones sobre la posibilidad de negociaciones directas entre Rusia y Ucrania. Incluso se cita Ginebra como posible espacio que pueda ser aceptado por ambas partes. ¿Es así? ¿Está preparada Moscú para este desarrollo de los acontecimientos?
Respuesta: Los rumores no dejan de ser eso, rumores. Todo el mundo tiene claro que no será Ucrania el país que decidirá cuándo hace falta parar y ponerse a hablar en serio de las condiciones realistas del final de este conflicto. Ello supone la renuncia a la ideología y a la retórica nazis, al racismo demostrado por todo lo ruso, a la integración en la OTAN. Todo eso no son ningunos sueños ni inventos, sino condiciones obligatorias de la conservación del pueblo ucraniano en su condición de un pueblo independiente, portador de identidad propia y no de uno que cumple “encargos” de desestabilizar a Rusia.
Hace falta hablar de ello con Occidente. Hoy hemos mencionado ya que en abril de 2022 los países occidentales le prohibieron a Ucrania firmar los acuerdos con Rusia. De la misma manera Occidente apenas está interesado en que empiecen ahora negociaciones de ningún tipo. Con toda seguridad se puede decir que las pertinentes indicaciones se reciben desde Washington.
El Secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, ha dicho en Davos que no percibe ni siquiera remotamente ninguna perspectiva de tregua de larga duración en Ucrania, ni falta que hace hablar del arreglo. Sobre el arreglo ni siquiera quieren hablar. A veces, tal y como indicaba Freud, se les escapa el tema del arreglo, pero se hace para enviar más armas a Ucrania. De la misma forma se utilizaron los Acuerdos de Minsk.
Vladímir Zelenski habló en Davos de los Acuerdos de Minsk en detalle y con patetismo, aunque sus maneras eran algo menos llamativas que las de sus programas humorísticos. Acusó a Rusia y personalmente al Presidente Putin de “haber robado” 13 años de paz. Declaró directamente que, tras los acontecimientos de 2014 que, por supuesto, había iniciado “el régimen de Moscú”, no hubo ningún golpe de Estado, sino que se procedió enseguida a efectuar “la anexión de Crimea”, es decir, todo es puesto patas arriba. De acuerdo con sus palabras, Alemania y Francia se aplicaron a fondo y acordaron una solución intermedia en forma de los Acuerdos de Minsk. Y, supuestamente, fue Vladímir Putin, quien lo “echó todo a perder”. No deja de sorprender las formas de las que uno es capaz de representar los hechos.
Todos saben perfectamente que, primero, los Acuerdos de Minsk no representaban ninguna etapa intermedia. Suponían el cierre definitivo del tema en cuestión y fueron aprobados por el Consejo de Seguridad de la ONU. Segundo, como bien saben, no fueron echados por tierra por Vladímir Putin. La ex Canciller de Alemania, Angela Merkel, y el ex Presidente de Francia, Francois Hollande, ni siquiera intentaron hacer nada, para que el documento en cuestión llegara a funcionar. Ambos políticos reconocieron haber firmado dichos acuerdos únicamente para ganar tiempo y preparar a Ucrania para la guerra. Estos hechos evidentes en más de una ocasión se hicieron públicos y fueron analizados, abordados y comentados por numerosos políticos y periodistas.
Vladímir Zelenski, ni corto ni perezoso, le miente a la comunidad internacional desde la tribuna del Foro Económico Mundial de Davos. ¿Cómo se puede hablar con esta gente, dado, sobre todo, que su Decreto que prohíbe negociar con Rusia sigue en vigor? El Presidente Putin, comentando este tema, dijo lo siguiente: Qué primero anulen el Decreto y luego ya se verá.
Pregunta: En su entrevista, el Presidente de Azerbaiyán Iljam Alíev hizo declaraciones agresivas sobre Ereván. El Primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, lo calificó como un golpe asestado al proceso de las negociaciones, mientras que el Ministro de Asuntos Exteriores de Armenia, Ararat Mirzoyán, manifestó que se había producido un retroceso en el diálogo. ¿Cómo aprecia la situación con las negociaciones entre Ereván y Bakú? ¿Cuál es la postura de Rusia sobre el particular?
¿Se ha logrado solucionar los problemas en las relaciones de Rusia y Armenia? ¿Se observa algún progreso?
Respuesta: En cuanto al arreglo de la situación entre Armenia y Azerbaiyán, no nos privemos de subrayar la importancia de las declaraciones tripartitas firmadas entre 2020 y 2023 por los líderes de los tres Estados, Rusia, Armenia y Azerbaiyán (1, 2, 3, 4). Acabo de comentar una de ellas.
Es de lamentar que sigan estando sobre papel una iniciativa de carácter muy práctico y beneficioso para Armenia, la apertura de la ruta a través de la provincia de Siunik. Con todo el respeto, el motivo, a mi modo de ver, es la postura de Ereván. No sé, por quién se deja asesorar. En cuanto la Unión Europea, Francia, Alemania y EEUU entendieron que el proceso de las negociaciones mantenido por Rusia, Armenia y Azerbaiyán estaba ofreciendo resultados en el desbloqueo de las rutas y en la delimitación de la frontera y la elaboración de un Tratado de paz, enseguida empezaron a meterse en dicho proceso, sin haber sido invitados. Hicieron lo que se dice de “spoiler”.
En 2003 la Federación de Rusia asumió el papel del mediador en el proceso del arreglo en Transnistria. El entonces vicejefe del Gabinete de la presidencia rusa, Dmitri Kózak, se encargó del asunto. Acordó con Chisinau y Tiráspol un Memorándum que pasó a ser llamado “Memorándum de Kózak”. Sus fórmulas fueron consensuadas y para la mañana siguiente estaba prevista la firma. Sin embargo, el entonces Presidente de Moldavia, Vladímir Voronin, le llamó al Presidente Putin y le dijo que la UE les prohibía firmar el documento, supuestamente, porque algo estaba reflejado de la forma que no le parecía conveniente. El acuerdo era entre Tiráspol y Chisinau, la UE no figuraba entre las partes firmantes. El problema de Transnistria podría haber sido solucionado hace 20 años, de la misma manera que hace 7 años podría haber sido solucionada la situación en torno a Ucrania, si se hubieran cumplido los Acuerdos de Minsk. Los países occidentales no lo permitieron.
Tengo motivos para asegurar que Occidente no quiere permitir que se pongan en práctica los acuerdos alcanzados por Ereván y Bakú, con la mediación de Rusia. Ya he citado un ejemplo, es la ruta que pasa por la provincia de Siunik. Es precisamente Armenia la parte que tiene dificultades para abrir la ruta, tal y como indica el Acuerdo tripartito. Ereván formula nuevos requisitos relacionados con las garantías de la seguridad a lo largo de toda la ruta. No quiere que se encuentren allí los guardias fronterizos rusos, aunque el Primer ministro del país, Nikol Pashinián, firmó el pertinente documento. Ereván no quiere que haya control aduanero y fronterizo neutro, lo quieren hacer todo ellos solos. Eso entra en contradicción con lo acordado.