Alguna vez usted habrá podido ver en las películas de ciencia ficción que los personajes tienen poderes especiales. Pero en la vida real hay algunas personas en pequeña proporción que poseen estos dones ya que se trata de ventajas genéticas.
Esto se lleva a cabo debido a la alteración del ADN de la persona. A continuación, les daremos cinco ejemplos:
Visión submarina perfecta
Cuando una persona se sumerge en agua, lo ve todo borroso. Esto es debido a un problema de la física (la densidad del agua) que es similar al fluido ocular y la luz refractada no ingresa bien al ojo.
Pero hay excepción: el pueblo moken, que habitan en el mar de Andamán (un sector del Océano Índico entre Birmania y Tailandia). Esta tribu se la pasa la mayor parte del año en chozas sobre el agua y regresan a tierra solo cuando necesitan suministros.
Tolerancia al frío
El rango normal de temperatura de un ser humano es entre los 36.5 y 37.5 ℃. Es por eso que los seres humanos están preparados para para lidiar en climas cálidos.
Los Inuits y los Nenet (tribu que habita en el Ártico y al norte de Rusia, respectivamente) se han adaptado a las temperaturas heladas debido a que están constituidos biológicamente de forma distinta al resto.
Menos horas de sueño
Varios estudios demostraron que una persona necesita dormir entre 7 y 9 horas para sentirse descansados. Sin embargo, dormir menos de esa cantidad puede causar tanto problemas físicos como mentales.
Ante ello, las personas con el gen DEC2 mutado tienen la capacidad de tener un sueño REM más intenso, lo que hace que su descanso sea más efectivo.
Los expertos aclaran que esta mutación afecta a una proporción pequeña de personas (menos del 1 %). Así que si duermes poco y crees que tienes la mutación genética, lo más probable es que es que duermas más.
Huesos más densos
Conforme pasa el tiempo, los huesos y la masa ósea van perdiendo densidad (a esto se le conoce como osteoporosis).
Esta mutación fue hallada en algunas personas de origen afrikáner, poblaciones de origen holandés que habitan en Sudáfrica, muestran que poseen un gen llamado SOST que regula y controla el crecimiento de los huesos.
Adaptación a las alturas
Las comunidades lo conocen como soroche al malestar que se siente por la falta de oxígeno al subir por los cerros.
Sin embargo, estudios realizados a los quechuas de los Andes y los tibetanos del Himalaya, mostraron que cuentan con ventajas genéticas que les permiten adaptarse a su ambiente.
Incluso, cuando estas poblaciones se mudan a lugares más bajos, no sienten ningún cambio debido a que forman parte de sus genes.
L. V. V. L.
