«Yo escribo hace muchos años esta historia. Viene a mis manos un libro heredado de mi abuela paterna, Peregrinaciones de una paria, me quedé absolutamente fascinada», expresa Jimena Ortiz en una entrevista con La República. Hace veinticuatro años, la guionista comenzó a trabajar en la autora, sintiendo la necesidad de que alguien contara su historia en el Perú.
La tarea no fue fácil. Con el guion listo, la guionista consideró a Paloma, poeta y bisnieta de Leónidas Yerovi, como protagonista para «La herencia de Flora». Se contempló una miniserie de cinco capítulos, pero se descartó por su costo. Tras el encuentro con Paloma, se pensó en Augusto Tamayo como director, por su experiencia en el género. A él le gustó. Habían encontrado al hombre indicado para dirigir la cinta.
Un gran reto
Tras ello, Paloma Yerovi, la actriz protagonista, se enfrentó a un desafío de gran envergadura. Se dedicó a estudiar a fondo el personaje de Tristán, investigando todos los libros disponibles sobre ella e incluso estableciendo comunicación con una tataranieta de la escritora. Este proceso le permitió comprender plenamente la relevancia de su papel en la historia de nuestro país.
«Me di cuenta de la dimensión de esta gran mujer. No solo para la historia sino para mí como persona», cuenta la actriz. «¿Por qué no estudiarla en los colegios y saber lo que hizo por nosotras? Es pionera del feminismo. Te habla del bienestar del ser humano, no discrimina a nadie. Siento que le habla a la comunidad LGTBI en un momento, porque habla de la libertad de elegir a quién amar. Es una mujer que integra” declaró con enfásis.
Para ambas, el objetivo principal de la película es retratar la figura de Flora Tristán y, sobre todo, instruir al público acerca de esta destacada figura histórica y su impacto actual. Según Yerovi y Ortiz, Tristán es una luchadora contemporánea que ha enfrentado el maltrato y la discriminación, problemáticas que persisten en la actualidad.
Identificada como feminista y activista social, su experiencia como obrera y sufridora de discriminación la convierten en un símbolo de lucha y resistencia.