Las formas poco comunes de reproducción de algunas especies

Foto: El Comercio

La reproducción, vista desde un punto de vista científico, sirve para la preservación de las especies animales, eso es lo que se cree; sin embargo, para despejar dudas los genetistas Adam Rutherford y la matemática Hanna Fry estudiaron el proceso de apareamiento de especies de diferentes zoológicos.

El dragón de Komodo

El Varanus komodoensis o también conocido como el monstruo de Komodo, originario de las islas de Indonesia central. Es una especie de saurópsido (reptiles) pertenecientes a la familia de los varánidos (reptiles escamosos de cuerpo y patas anchas).

El dragón de Komodo es el lagarto más grande del mundo, mide entre dos y tres metros y pesa unos 70 kilos. Algo característico de esta especie es que la madre fecunda sola a la cría sin la ayuda de un macho.

«Es producto de la partenogénesis, lo que significa que no tiene padre y su madre lo creó ella sola. Es algo que los dragones de Komodo hacen ocasionalmente, como también algunos otros reptiles y vertebrados. Lo que el proceso da es un dragón macho con los cromosomas perfectamente normales, pero todos de la madre», explicó Michaels, experto en herpetología.

Este tipo de situaciones se dan cuando el animal está bajo estrés o en cautiverio. Sin embargo se han visto casos de hembras que crean crías teniendo un compañero macho. Esto ayuda en caso de que la especie entre en peligro de extinción pero ¿qué pasa si todas las crías son machos? En ese caso la hembra no tendrá más remedio que procrear con una de sus crías.

Branquias al desnudo

Los nudibranquios animales pertenecientes a la categoría de los moluscos, carecen de conchas y son hermafroditas. Los de la especie Siphopteron tienen una forma muy peculiar de reproducirse, los dos animales compiten entre sí, tratando de clavar el pene en la cabeza del otro. Así se introduce neuroquímicos en el cerebro de la pareja. Una forma poco ortodoxa del reino animal. «En resumen: las babosas de mar apuñalan a sus parejas y las drogan para someterlas», indicó la matemática Hanna Fry.

Araña de espalda roja

La Latrodectus Hasselti es una araña australiana que suele comerse al macho después de la penetración. «Esta especie de araña de Australia ha desarrollado una curiosa estrategia, en la que sus machos suelen dejarse matar», informó la bióloga Carin Bondar, autora de «La Naturaleza del sexo: los pormenores del apareamiento en el reino animal”, publicado en 2015.

Las hembras solo cuentan con máximo dos oportunidades para aparearse, es por es que los machos durante la primera vez protegen sus órganos y forman un cinturón con su abdomen que los protege de la hembra. Gracias a este cinturón pueden realizar un segundo intento y finalizada la fecundación mueren.

Criaturas que se clonan

La bdelloidea es una especie de rotífero (seres microscópicos filosos) con forma de gusanos que habitan lugares con agua dulce o tierra húmeda. Estos animales no usan el sexo como manera de reproducción por el contrario estos se reproducen por medio de la clonación.

«Es uno de los procesos más sencillos que uno pueda imaginar. Crea copias exactas de la madre. Así que todas las hijas son idénticas a su madre e idénticas también entre ellas. Además, es el doble de eficiente que producir descendientes machos y hembras”, explicó el profesor de la Facultad de Ciencias Naturales del Imperial College, Chris Wood.

Sin lugar a dudas, la naturaleza ha evolucionado y se ha condicionado de tal forma que pueda preservar la continuidad de numerosas especies. Desde la adaptación en el medio hasta la forma de reproducirse de diferentes animales. Encontramos a aquellos que no necesitan de una pareja hasta seres que se clonan así mismos, situaciones poco comunes.

 

C.V.M