La Organización Mundial de la Salud apostó por renombrar las variantes que más preocupan del coronavirus con letras griegas en lugar de con su secuenciación genética con el objetivo de evitar el estigma. En este sentido, el renombramiento de las variantes facilita su nomenclatura y evita que se discrimine a determinados países o ciudadanos por su procedencia.
Así, desde hace unos días se habla de la variante Delta, que preocupa especialmente a Reino Unido. Sin embargo, esta variante no es otra que la hasta ahora era conocida como variante india, que tras la decisión de la OMS, ahora ha sido nombrada con una letra griega, al igual que ha pasado con la británica (ahora Alfa), la sudafricana (Beta) y la brasileña (Gamma).
La denominada variante Delta ha hecho saltar las alarmas en Reino Unido, donde han registrado cerca de 8 000 nuevos positivos en las últimas horas, un 58,1 % más que hace una semana, pese al avance de la vacunación, motivo por el que lo expertos piden al gobierno de Boris Johnson que frene la desescalada.
En este sentido, el director de la Unidad de Investigación sobre Protección de la Salud de Infecciones Emergentes de la Universidad de Liverpool, Tom Salomon, ha declarado a la ‘BBC’ que el país no puede permitirse tomar «una mala decisión y abrir el 21 de junio y semanas después darse cuenta de que fue incorrecta y tener que empezar de nuevo«.
Los expertos advierten de que, incluso si se pospone el desconfinamiento, Reino Unido podría alcanzar los 15 000 contagios diarios para el 21 de junio, y situarse en julio en niveles de infección comparables a los del pasado enero, cuando se impuso el actual encierro. Esto hace cada vez más improbable que el Gobierno pueda autorizar una reapertura del turismo, con la ampliación del número de países incluidos en su lista «verde» de destinos seguros, a la que aspira a entrar España.
Además, esta cepa se resiste a abandonar la India, donde se han notificado más de 84 000 nuevos contagios en las últimas 24 horas, mientras que el total de muertes supera ya los 367 000. En una población que supera los 1 350 millones de habitantes, hay más de un millón de casos activos, al tiempo que las vacunas escasean.
Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, ha hablado de una evolución «extremadamente positiva» del coronavirus en su país, aunque rechaza volver a la plena normalización de la vida pública o los viajes por el riesgo de la variante Delta. «Los esfuerzos de estos meses han merecido la pena», ha manifestado la líder alemana, quien ha advertido de que «el virus no ha desaparecido», algo que evidencia la expansión en Reino Unido y la India de la variante Delta, motivo por el que justifica la imposición de las más duras restricciones a los viajeros de estas procedencias.
B.A.M.P