La próxima misión de mujeres científicas a la Mars Research Desert Station

Una nueva tripulación de mujeres de distintas edades y perfiles del proyecto Hypatia protagonizará la próxima simulación de permanencia en Marte.

Cada una de las mujeres gastó 13,4 litros diarios de agua para hidratarse, asearse, cocinar y limpiar el espacio. (Foto: La Vanguardia)

Tras concluir con éxito su primera misión, el proyecto Hypatia ha anunciado que en el año 2025 una nueva tripulación de mujeres científicas visitará el análogo de base marciana que la Mars Society tiene en el desierto de Utah (Estados Unidos). Las dos astronautas, la matemática Anna Bach y la estudiante de ingeniería Helena Arias, formarán parte de la nueva misión.

Durante su estancia, las científicas llevaron a cabo actividades de investigación encaminadas a analizar cuestiones como la viabilidad de la acuicultura en Marte o la posibilidad de fabricar baterías con materiales que abundan en la superficie del planeta. Todo ello en condiciones que simulaban las de una misión real a Marte, como las restricciones de agua, de comida y de comunicaciones con la Tierra.

Hacer investigación de excelencia, desarrollar actividades de divulgación y fomentar vocaciones científicas, en especial entre las niñas y las chicas más jóvenes, son los objetivos de Hypatia, una iniciativa que cuenta con la participación de dos investigadoras del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España.

De media, cada una de las mujeres gastó 13,4 litros diarios de agua para hidratarse, asearse, cocinar y limpiar el espacio. Este dato contrasta con el consumo diario de una persona en Barcelona, que según la Agencia Catalana del Agua (ACA) se sitúa en los 105 litros.

Asimismo, la alimentación estuvo basada mayoritariamente en productos deshidratados: lácteos, huevos, verduras y frutas, que se activan con agua. La única comida ‘fresca’ fue recogida por las tripulantes del invernadero de la estación: 713 gramos de pepino, 498 de tomates cherry, 269 de brotes para ensalada, 14 de menta y uno de albahaca durante toda la misión.

Las comunicaciones con la Tierra también estuvieron restringidas. Las tripulantes no pudieron hablar de forma síncrona con su familia, amigos y colaboradores científicos durante la simulación. La conexión a internet estuvo reducida a tres horas diarias para preparar y mandar informes al equipo de control.