La pandemia de COVID-19 ha evidenciado las desigualdades en todo el mundo y las personas con autismo han enfrentado prácticas discriminatorias laborales agudizadas por la crisis. La gran mayoría de los adultos con trastornos del espectro autista se encuentra desempleada o subempleada. El titular de la ONU aboga por una recuperación económica y social más inclusiva, que reconozca las contribuciones de todas las personas.
La emergencia que vive el mundo debido al coronavirus ha agravado las desigualdades flagrantes en todos los rincones del planeta, especialmente en la distribución de los ingresos y la riqueza, el acceso a la atención sanitaria, la protección ante la ley y la inclusión política. Esta situación ha afectado especialmente a los grupos más vulnerables o con alguna discapacidad, como las personas con autismo.
En el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, la ONU llamó a la inclusión de estas personas en la esfera laboral en la vía de la recuperación de la crisis del COVID-19.
“Al trabajar juntos para recuperarnos de la pandemia de COVID-19, debemos fijarnos un objetivo clave, a saber, la construcción de un mundo más inclusivo y accesible que reconozca las contribuciones de todas las personas, incluidas las personas con discapacidad”, dijo el Secretario General de las Naciones Unidas en su mensaje para la jornada.
António Guterres reconoció que la contingencia ha creado nuevos obstáculos y desafíos, pero agregó que, por otro lado, la reactivación de la economía global ofrece la oportunidad de “reimaginar el lugar de trabajo para que la diversidad, la inclusión y la equidad sean una realidad”.