Escuelas y cines reabrieron este jueves sus puertas en la India por primera vez en más de medio año, un nuevo paso hacia la normalidad tras el estricto confinamiento contra el coronavirus impuesto en marzo por el Gobierno.
En primer lugar, porque solo unas regiones han dado la orden de abrir los cines. La apertura de los cines supone un alivio para los productores, duramente afectados por el parón del confinamiento, aunque albergan dudas sobre si los normalmente ávidos espectadores indios acudirán a las salas.
La interrupción de las exhibiciones en salas y de los rodajes, que retomaron tímidamente en julio por decisión del Gobierno indio, han supuesto una pesada carga para la industria y pocos están dispuestos a correr riesgos estrenando millonarias producciones.
La reapertura de las escuelas tampoco fue general, con estados como los norteños Uttar Pradesh y Punjab entre los pocos que han decidido la vuelta a las clases presenciales como parte de la quinta fase de la desescalada.
Con estas medidas, la India ha retirado oficialmente la mayor parte de las restricciones impuestas contra el coronavirus.