El suboficial de tercera de la Policía Nacional del Perú (PNP), Alfred Acevedo Cotrina, de tan solo 25 años, fue asesinado en el distrito de Vijú, provincia de Pataz (La Libertad), mientras intentaba detener a un presunto sicario que había abierto fuego durante una fiesta popular.
El hecho ocurrió cuando Acevedo, tras conocer el ataque contra un trabajador minero en medio de las celebraciones, decidió iniciar un operativo para dar con el atacante. En plena persecución, recibió un disparo mortal en la cabeza. Pese a los esfuerzos por salvarle la vida, el joven agente falleció en el lugar.
La Policía confirmó que el presunto autor del crimen fue capturado cuando intentaba escapar. Este sujeto será procesado por el asesinato del suboficial y del trabajador minero, quien murió horas después en un centro médico debido a la gravedad de sus heridas.
Agentes de la Divincri continúan investigando si este hecho está vinculado a organizaciones criminales que operan en la zona, una región golpeada por el auge de mafias vinculadas a la minería ilegal y sicariato.
La muerte de Acevedo Cotrina ha causado conmoción entre sus colegas y la comunidad. Compañeros del joven agente lo despidieron entre aplausos y con honores en la comisaría donde prestaba servicio, mientras su madre, entre lágrimas, exigió que el Estado lo reconozca como un héroe. “Él murió cumpliendo su deber”, dijo.
Con apenas dos años en la institución, Alfred se había ganado el respeto de sus superiores y vecinos por su vocación de servicio. Hoy, su nombre se suma a la lista de policías caídos en el cumplimiento de su deber, en una lucha diaria contra la violencia y el crimen en el país.
