Una nueva colada del volcán de La Palma ha llegado al mar este lunes en su novena semana de estar en actividad. Es la colada 7, que ha recibido un mayor aporte de material magmático después de desembocar en ella también la colada 4 y unirse el cauce de ambas.
Se trata de la colada norte, la más cercana a Tazacorte y a La Laguna, una zona que aún permanecía en pie con algunas viviendas y abundantes cultivos. Ahora, la proximidad ha obligado a confinar a la población del casco urbano de la localidad y también a los de la barriada de San Borondón y a quienes viven en el diseminado entre El Cardón y el camino Los Palomares.
La medida aplica por la gran nube de vapores producto del contacto de la lava con el agua que pueden ser nocivos para la salud de las personas. Asimismo, se ha pedido a la población que se sellen las ventanas en caso de que sea posible y que se apaguen los sistemas de calefacción que impliquen la entrada de aire no filtrado del exterior.
En las últimas horas, la lava del volcán ha vuelto a avanzar, bastante fluida y ha incrementado el número de hectáreas arrasadas. Además, la mala calidad del aire obligó a cerrar los accesos por la carretera sur hacia la costa y los barrios evacuados de la isla. Por la calidad del aire que tiñe de negro el aeropuerto, Binter ha anunciado otro día más de suspensión de vuelos. Por tercer día consecutivo, el aeropuerto de La Palma permanecerá cerrado.
L.R.N.