La huida a Egipto de Jesús, María y José

El Evangelio de San Mateo es el único que menciona el episodio de la Huida a Egipto.

El evangelista san Mateo relata la llegada a Belén de los reyes magos, y su retorno a su patria, realizada por otro camino. Luego agrega a renglón seguido: “una vez que partieron, un ángel del Señor apareció en sueños a José y le dijo: Levántense, tomen al Niño, huyan a Egipto y permanezcan ahí hasta nuevo aviso, porque Herodes va a buscar al Niño para matarlo.

La orden decretada por Herodes de matar a los inocentes, uno de los temas más dramáticos de la historia del arte sacro, y la huida a Egipto de María y José con el Niño, abren el último período de la infancia de Cristo. Aunque los Evangelios de San Mateo y San Lucas apenas contienen referencias a estos años, los textos apócrifos y la literatura de devoción abundan en episodios que cabe agrupar en seis secuencias.

La Sagrada Familia llego desde Belén hasta El-Zaraniq a unos 37 km al oeste de Al-Arish y entró en Egipto por el norte del Sinaí, por Farma (Pelusium) donde debieron detenerse en algunos de sus oasis, cerca de Port Said. Ya en el delta del Nilo llegaron a la ciudad de Tel Basta cerca de la ciudad de Zaqaziq. 

El poco equipaje que llevan evidencia la premura con la que debieron huir de Belén. Actualmente, en la ciudad de El Cairo en Egipto hay un enorme árbol de higos donde se asegura que la Virgen descansó durante la huida; a éste se le conoce como “el árbol de la Virgen”.

Este itinerario se vincula en cierta forma a la gran cantidad de Iglesias y monasterios que hay. Una abundancia que se vincula a su vez a las reliquias, porque en la Edad Media se creía que, si no había un objeto sagrado en el lugar, no se podía edificar una Iglesia

A.M.G.A