Con 19 años de futbolista profesional, Képler Laverán Lima Ferreira, o como todo el mundo lo conoce, Pepe, es uno de los pocos jugadores que lo han ganado casi todo en el mundo del balompié. 15 títulos en clubes y 10 en selección (Portugal) sólo reflejan cierta parte de lo que el actual jugador del Porto logró en toda su carrera. Hoy, en su cumpleaños 38, mostró el lado que nadie conocía hasta ahora y contó distintas anécdotas que le tocaron vivir.
“Yo me inicié en el Corinthians Alagoano de Maceió, Brasil, y un día vinieron a ver un delantero y un central izquierdo, pero el objetivo era un delantero. En ese momento, el presidente del equipo se me acercó y me dijo: ‘Mira, vienen unos portugueses (Maritimo FC) y queremos vender al delantero. Es para ayudar al club, ¿sabes? Entonces, cuando el delantero se te acerque, no te robes el balón muchas veces’. Y le dije: ‘Sí, sí, claro, no te preocupes’”, contó el defensor. Pero, ¿Habrá hecho caso?
Para nada. Hizo todo lo contrario pese al pedido de su presidente: “No lo dejé en ningún momento de los 25 minutos que duró aquel partido de práctica. Pensé que me llamarían la atención, pero ocurrió todo lo contrario. El presidente del Marítimo me preguntó si deseaba ir a Portugal y sin dudarlo dije: ‘¡Claro!’. A las pocas semanas ya estaba firmando mi primer contrato profesional, no lo podía creer”, confesó.
Todo iba bien, hasta su último partido en el club como despedida: se rompió el pie. Ya está, pensó que todo su esfuerzo se iría al tacho, pero, nuevamente, pasó todo lo contrario: “El equipo decidió enviarme a la ciudad de Madeira para que realice mi proceso de recuperación y, curiosamente, fue ahí donde entablé el primer contacto con Cristiano (Ronaldo), aunque no directamente”.
‘Pepe’ reveló que primero conoció a su familia antes que al mismísimo ‘CR7’: “Conocí a su padre, trabajaba cerca del campo Marítimo; más tarde conocí a las hermanas y a su madre, y sólo poco después conocí a ‘Cris’, en Lisboa. Su familia me contó varias cosas de él y, cuando fui al Sporting, mire que coincidencia: prácticamente compartíamos habitación. Años después, eso fue lo que fue, yo era mayor que él, pero vi su profesionalismo: en los entrenamientos, iba primero al gimnasio”, recordó el central de ya 38 años.
Luego, jugó en Marítimo (2001 – 2004), la rompió y el resto es historia: 3 años en Porto FC, 10 en el Real Madrid, 2 en Beşiktaş y, ahora, nuevamente, de regreso al club donde dio el primer salto, el Porto, desde 2018. Y no olvidar que lo ganó todo el año pasado en su país: Primeira Liga, Copa y Supercopa de Portugal. Un personaje un poco polémico a la hora de defender, pero, sin duda, un ícono para el país luso en los últimos años.
F.O.
