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La historia de dos mujeres que no se rindieron y apostaron por carreras tecnológicas

Morelia Chávez y Angie Cruz buscan lograr sus sueños como profesionales técnicas en electrotecnia e informática.

Angie Cruz tiene 23 años y estudia Informática en el IESTP Carlos Cueto. Comenta que, a pesar de las circunstancias adversas, obtuvo el primer puesto desde el inicio de sus estudios hasta ahora. Foto: ANDINA/Difusión

Tras casi dos años de estudios virtuales, el Instituto Superior Tecnológico Público Carlos Cueto Fernandini, ubicado en Comas, retornó a la presencialidad. Siendo un centro de estudios público, el lugar se ha comprometido con la formación, tanto de hombres y mujeres, en carreras técnicas de contabilidad, electrónica, computación, mecánica, metalurgia, entre otras.

Por este motivo, presentamos la historia de dos mujeres que estudian en el instituto y que, a pesar de las circunstancias adversas, pudieron seguir con sus metas para lograr un futuro mejor para ellas y sus familias.

Angie Cruz, una estudiante que nunca se dio por vencida

Angie Cruz comenta a la Agencia Andina, «Siempre hay apoyo recíproco». Es una joven de 23 años que actualmente estudia la carrera de Computación Informática en el Instituto Cueto Fernandini. Ella menciona que allí todos forman parte de una gran familia, pues existe una relación muy estrecha entre estudiantes, profesores y personal administrativo. 

Sin embargo, el inicio de su carrera no fue nada sencillo, ya que no tenía los recursos económicos suficientes, por lo que empezó a trabajar, pero el sueldo era muy poco. Felizmente su madre la apoyó en el año 2019 que decidió ingresar, tanto anímicamente como de manera económica, aún así Angie tuvo que seguir trabajando para poder pagar sus pasajes y apoyar a su familia, por lo cual no logró ingresar por una mínima diferencia en el puntaje, se frustro demasiado pero no dejo de intentarlo.  

En el año 2020 logró ingresar e incluso llegar a ser el primer puesto en lo que se desarrolla, siendo exonerada del pago de matrículas, lo cual le hace sentirse orgullosa como menciona a la Agencia Andina, después de este gran logro, las dificultades no terminaron con esto lamentablemente, ya que no contaba con los equipos necesarios, ni actualizados para desarrollarse de una mejor manera, luego de tantos altibajos, alcanzó a pasar el semestre aún manteniendo el primer puesto. 

Para los ciclos siguientes, consiguió comprarse una nueva PC, de tal forma que le permitiera instalar las aplicaciones de escritorio cada vez más pesadas que los cursos demandaban. Angie concluye muy conmovida por su propia historia y todo lo bueno que hasta ahora ha logrado a la Agencia Andina,  «Me siento muy orgullosa de mí…Quiero seguir estudiando y aprendiendo más de la carrera. Quisiera poner un negocio propio, enseñar a niños, tratar de aprender y comprender qué sucede con ellos, porque a veces al docente poco le importa lo que sucede en casa, la situación de cada estudiante».

Ser madre no tiene por qué ser una barrera

Morelia Chávez Jorge tiene 27 años y estudia Electrotecnia Industrial en el Instituto Cueto. Su carrera trata sobre la reparación e instalación de transformadores, voltajes y corrientes; cómo rebobinar motobombas; hacer planos de la conexión eléctrica en las casas; entre otros.

Confiesa que, lo que la motivó a estudiar fueron las dificultades económicas y también sus hijos, a pesar de lo difícil que fue, ser madre de familia y una estudiante ya que solo contaban con un teléfono móvil, en el que ingresaban sus hijos a clases, además de ella. Su esposo también fue de gran ayuda, los días que ella tenía clases, salía más temprano del trabajo para apoyarla con los quehaceres del hogar y el cuidado de sus hijos y así fue como aprobó el primer semestre. 

Incluso tuvo que afrontar los comentarios machistas de sus vecinos, que se encontraban en cierta parte en contra, ya que ella debería dedicar su tiempo a cuidar a sus hijos, hasta que crezcan un poco más, pese a eso ella continuó estudiando y sobresaliendo para la mejoría de ella, y de su propia familia. 

«Yo les diría a las mujeres que luchen por lograr sus metas. Si tu pareja no quiere que estudies o trabajes es porque no te valora, no te ama. No solo hazlo por ti, hazlo por tus hijos. Si tienes hijos, hazlo por ellos, porque nunca hay que depender de un esposo», finaliza Morelia, convencida de que tomó la decisión correcta, alejada de prejuicios y estereotipos que hoy en día atan a cientos de mujeres y niñas a no seguir sus sueños.

Este 23 de junio se conmemora el Día Internacional de la Mujer en Ingeniería, una fecha que recuerda la importancia de la participación de las mujeres en carreras vinculadas a la ciencia, tecnología e innovación, tanto técnicas como universitarias.

Y.A.E.LL