INICIO Columna de opinión La hiperglobalización, suma no resta

La hiperglobalización, suma no resta

Han pasado 35 años desde la caída del Muro de Berlín, un evento que inició una era de hiperglobalización y convergencia económica. Este periodo de estabilidad internacional permitió a las naciones en desarrollo adoptar mejores políticas económicas, reduciendo la pobreza y aumentando el crecimiento.

Por: Alejandro Marco Aurelio Capcha Hidalgo.
Periodista: Reg. N°.-4654-


Haciendo un poco de historia, han pasado 35 años desde que cayó el Muro de Berlín. El 09 de noviembre de 1989, fueron décadas de opresión simbólicamente eliminadas. Hubo otros momentos de esperanza. Las manifestaciones de 1953, la Revolución Húngara de 1956 y la Primavera de Praga de 1968. Pero todos fueron aplastados con varios grados de brutalidad sangrienta.

Sin embargo, 1989 fue diferente. Y fue el -resultado de un error-. La República Democrática Alemana, RDA, decidió permitir a los alemanes orientales solicitar visas para viajar. El portavoz del Politburó, Guenter Schabowski, se perdió la mayor parte de la importante reunión, pero se le encargó que anunciara la nueva política a la prensa internacional. Indicó que la gente ahora podía viajar, “inmediatamente, sin demora”. Las multitudes se congregaron en los pasos fronterizos de Berlín mientras los guardias fronterizos de la RDA buscaban sin éxito las órdenes de arriba. Al no recibir ninguna, abrieron la puerta después de 10.316 brutales, a veces asesinos, día.

La euforia de aquella noche -con los berlineses del este y del oeste hacia el oeste y el este- no fue el final de la RDA. Pero esas fuertes emociones anunciaron el fin del régimen. Nada, ni los desesperados intentos de los funcionarios de Alemania Oriental de preservar sus objeciones furtivas a la reunificación de Alemania, podría frenar la demanda popular de volver a unir al alemán Humpty Dumpty.

Sin embargo, la libertad no fue completamente restaurada hasta que el resto de los estados de Europa Oriental defenestraron sus regímenes comunistas.

Arvind Subramanian, Dev Patel y Justin Sandefur tratan y abordan la evolución económica global desde la caída del Muro de Berlín, con conceptos clave como la hiperglobalización, convergencia y cambios en la economía mundial.

Como se sabe la caída del Muro de Berlín en 1989 signó una etapa de un solo hilo conductor llamado unipolar con los Estados Unidos como potencia hegemónica, iniciando la convergencia económica. Las circunstancias prometían un entorno internacional más estable, menor riesgo de guerra y conflictos geopolíticos con una “Pax americana”. Asimismo, el Banco Mundial, indicó la pobreza extrema global cayó de 2.000 millones en 1989 a unos 1.300 millones en 2008.

Historialmente, desde el siglo XV, sociedades prósperas como Mesoamérica y China sufrieron reveses, quedando detrás de Occidente, divergencia ampliada con la Revolución Industrial. Pero, el fin de la Guerra Fría rompe el patrón permitiendo que naciones en desarrollo mejoren sus economías, reduciendo brechas con los países ricos.

Hay que subrayar en el siglo XX, Corea del Sur y Taiwán mostraron éxitos económicos, seguidos por algunas naciones asiáticas. Esta era de convergencia de los 90, permitió un crecimiento notable en países en desarrollo, reduciendo la pobreza en China, India, América Latina y África subsahariana.
La hiperglobalización fue clave para la convergencia, facilitando un entorno estable, crecimiento económico en países en desarrollo, creando oportunidades comerciales. Tal es el caso de China en manufactura e India en servicios, aumentando sus exportaciones. Como consecuencia, disminuyen los costos de transporte y comunicación, mejorando la estabilidad comercial, políticas favorables para la globalización.

Desde los 80, los países en crecimiento habían adoptado políticas económicas más sensatas, alejándose de prácticas macroeconómicas irresponsable, demagogos y populistas, orientándose al sector privado y comercio. Todo ello conlleva que, el entorno internacional contribuyó reduciendo las tasas de interés en países ricos, ofreciendo financiamiento barato para inversiones en infraestructura a países en progreso.

A pesar de las críticas con la hiperglobalización y ver como avanza vertiginosamente en las naciones algunos perturbados economistas y seguidores del socialismo siglo XXI, intentan de desprestigiar al modelo de crecimiento, la convicción evidente empírica resalta y sugiere que la hiperglobalización, con el fin de la guerra fría, contribuyó al crecimiento económico reduciendo la pobreza entre los años 90 y 2000, sin duda alguna.