En una decisión que redefine la estrategia anticorrupción del Ministerio Público, la fiscal de la Nación, Delia Espinoza, ordenó la disolución del Equipo Especial de Fiscales contra la Corrupción del Poder (Eficcop). La medida también deja sin efecto el nombramiento de Marita Barreto como coordinadora de este equipo, que fue creado en 2022 para abordar investigaciones de alto perfil sobre corrupción en el país.
Con el desmantelamiento del Eficcop, los fiscales y personal administrativo del equipo serán transferidos a la Fiscalía Supraprovincial Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios. Según Espinoza, esta reorganización busca optimizar las investigaciones, evitar la dispersión de esfuerzos y garantizar una gestión más eficiente en casos complejos que involucran a funcionarios públicos y empresarios de alto nivel.
«La centralización permitirá resultados más efectivos en la lucha contra la corrupción y un manejo más estructurado de las investigaciones», señaló la fiscal de la Nación en un comunicado.
Durante sus casi dos años de existencia, el Eficcop se destacó por liderar investigaciones clave que involucraron a figuras como Nicanor Boluarte, hermano de la presidenta Dina Boluarte, y la exfiscal de la Nación Patricia Benavides. Sin embargo, también estuvo envuelto en controversias, muchas de ellas relacionadas con la gestión de Marita Barreto.
Entre las principales acusaciones contra Barreto se encuentran presuntos abusos de poder, manipulación de declaraciones de aspirantes a colaboradores eficaces y filtración de información confidencial. Además, la Autoridad Nacional de Control (ANC) inició un procedimiento disciplinario en su contra por supuestas irregularidades administrativas, incluyendo la denuncia de los periodistas José Briceño y Rafael Romero miembros de la FPP y el uso indebido de personal para la redacción de artículos académicos.
La disolución del Eficcop ha generado opiniones divididas entre especialistas y la sociedad. Mientras algunos consideran que la centralización de esfuerzos puede fortalecer las investigaciones, otros temen que esta decisión diluya el enfoque especializado que el equipo ofrecía en casos de corrupción de alto impacto.
Por su parte, Marita Barreto enfrenta un incierto futuro profesional. Dependiendo del resultado de los procedimientos disciplinarios en su contra, podría ser destituida por la Junta Nacional de Justicia (JNJ).
El cierre del Eficcop marca el fin de un capítulo en la lucha contra la corrupción en Perú, abriendo un debate sobre la efectividad de las nuevas medidas adoptadas por el Ministerio Público.