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Por Tte. Gral FAP ( r ) César David Gallo Lale
Los peruanos nos preguntamos: ¿Cómo es posible que nuestro país haya llegado hasta la situación que se encuentra en la actualidad? Con una Constitución que a todas luces no queremos cambiar, pero que, paradójicamente ha permitido que las leyes que emanan de la misma, acepten a un gobierno que fue elegido y reconocido con fraude, ya que la ONPE con el Jurado Nacional de Elecciones que conformado por 4 miembros cuando la constitución establece 5, permitieron, también violando la ley y su reglamento excluir al PPC y al APRA, ambos partidos con trascendencia política; pero sí admitieron al partido de Martin Vizcarra que no declaró una de sus empresas; aceptaron también a Dina Boluarte como Vice Presidenta de la plancha presidencial de Perú Libre a sabiendas que no renunció al RENIEC seis meses antes de vencer el plazo para postular y aun cobrando sus haberes de ley, con el agravante de haber sido excluida anteriormente para postular al congreso. Se hicieron los de la vista gorda ante las firmas falsas de personeros y miembros de mesa de sufragio, con el agravante de que hasta hubo difuntos que firmaron. Se solicitó a la OEA como ente verificador de elecciones limpias y ya sabemos cómo fue su participación, vinieron de turistas y a disfrutar de nuestra gastronomía y a beber en plena pandemia, nada más.
Sin embargo, ante estos hechos, nuestras Fuerzas Armadas, además de haber visto el accionar, proceder y conducta en todo aspecto del representante de Perú Libre durante las campañas de primera y segunda vuelta, reconocieron a un individuo incapaz en todo sentido de la palabra como Presidente de la República del Perú. A todo esto se suman, posterior a su elección, los cambios inesperados de cuatro gabinetes por la ineptitud, descrédito profesional y prontuarios de sus ministros; la serie de delitos de corrupción en la que se ha visto comprometido por adjudicación de diferentes obras; las recientes acusaciones de plagio de su tesis de grado; su ignorancia para representar al Perú en el extranjero, sus vínculos con el Jefe de la ONPE, Presidente del Jurado Nacional de Elecciones, su Secretario General de la Presidencia, entre otros, para planificar el fraude Electoral.
Todo lo anteriormente expuesto ha marcado un tiempo que ha venido destruyendo al país en todos los sectores que eran la base para sostener nuestra economía. Ha destrozado nuestra sociedad en los diferentes niveles llegando a empobrecer y maltratar a la mayoría de la población y clase trabajadora; quizás en su máxima expresión que se traduce en: la falta de inversión extranjera, carencia de trabajo, falta de atención médica adecuada, absoluta inseguridad en las calles etc. Situación que todavía no afecta a un porcentaje mínimo de la población donde se encuentran los que ahora forman parte de los diferentes poderes del país, jubilados con sueldos que todavía les permiten cubrir sus necesidades básicas junto a las de sus familias; sin pensar en aquellos que no tienen ni siquiera para subsistir en el día a día y es que es muy fácil, como alguien dijo, bajar de los cerros, lo más difícil es subir y vivir en los cerros y lo peor sin agua y con escasa comida, sin trabajo y sin esperanza que la situación cambie.
Me pregunto, si la actual coyuntura sigue así, no será que toda esta pesadilla obedece a una estrategia del gobierno en coordinación con los países integrantes del Foro de Sao Pablo y Puebla para que efectivamente ”el pueblo crea” que la constitución actual no sirve y clame por un cambio de Constitución ya que la actual viene permitiendo todo esto y no se puede hacer nada?, porque los errores de gestión del ejecutivo no pueden ser corregidos por el congreso en forma oportuna por la diferencia de tiempos y sus problemas de discrepancias e intereses internas. Al margen que las únicas instituciones que podrían hacer algo con justa razón y poner fin a este desastre serían nuestras Fuerzas Armadas, que están amparadas jurídicamente por la constitución, pero que mantienen un silencio cómplice jamás visto en la historia del Perú.
Esperamos pues que el 7 de Junio Día de la Jura de la Bandera, el Jefe del Comando Conjunto emita en su discurso de orden en forma clara y precisa, qué le espera a nuestra patria frente a la coyuntura nacional que vive el pueblo peruano y al descrédito internacional que nos ha llevado este gobierno.
Y que además nos ayude a todos los peruanos que aún confiamos en la democracia a recuperarla y a mantener vigente la actual constitución defendiéndola a ultranza, aún a costa de nuestras vidas, la misma que otrora dio tantos logros a nuestro querido Perú y a rechazar a plenitud el comunismo, maoísmo, leninismo, sendero luminoso, como doctrina y sistema de gobierno; esta última vencida por nuestras Fuerzas Armadas y Policía Nacional, donde perdieron la vida muchos de sus miembros y que representó millones de dólares en destrucción de la infraestructura y muerte de más de 60,000 civiles inocentes.
Publicado en La Razón