
La Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU) implementó desde el 13 de junio una fase de orientación conocida como “marcha blanca”, con el objetivo de que los conductores del servicio de taxi formal cumplan con la obligación de pintar sus vehículos de color amarillo sólido. Esta medida, establecida mediante el Reglamento Nacional de Administración del Transporte, busca estandarizar la identificación visual de los taxis autorizados y combatir con mayor eficacia el transporte informal.
Durante este periodo, que se extenderá hasta el 30 de junio, los fiscalizadores de la ATU no impondrán sanciones económicas, pero sí realizarán intervenciones informativas, verificaciones documentarias y labores educativas en distintos puntos de Lima y Callao. La finalidad es que los taxistas cuenten con el tiempo suficiente para adecuar sus unidades al nuevo estándar exigido por ley.
Según detalló la entidad, este color permitirá que los usuarios identifiquen con facilidad qué taxis están formalmente registrados en el sistema de transporte urbano, diferenciándolos de aquellos que operan de manera informal o sin autorización. Esto no solo fortalece la seguridad del pasajero, sino que también contribuye a ordenar el caótico sistema de transporte metropolitano.
¿Quiénes están obligados?
La disposición se dirige exclusivamente a los conductores de taxis formales registrados en la ATU, que cuenten con autorización vigente para prestar el servicio en Lima Metropolitana y la Provincia Constitucional del Callao. Estos deberán asegurar que su vehículo esté pintado completamente de amarillo sólido, sin franjas, logotipos ni tonalidades mixtas, salvo en casos especiales regulados.
Aquellos vehículos que ya se encuentren pintados según el reglamento no necesitarán realizar modificaciones adicionales. La ATU ha dispuesto canales de información para que los conductores puedan consultar los talleres autorizados, especificaciones técnicas del color y requisitos adicionales que deben cumplir.
Sanciones a partir del 1 de julio
Una vez culminada la marcha blanca, a partir del 1 de julio de 2025, la ATU comenzará a fiscalizar y sancionar a los conductores que no hayan cumplido con la normativa. Las multas por incumplimiento pueden llegar hasta 2 Unidades Impositivas Tributarias (UIT), equivalentes a aproximadamente S/10,300, además de la retención del vehículo y la suspensión del permiso de operación.
Asimismo, se iniciarán operativos conjuntos con las municipalidades distritales y la Policía Nacional del Perú (PNP) para identificar a las unidades informales que continúan operando sin autorización ni condiciones mínimas de seguridad para los usuarios.
Un paso hacia la formalización del transporte urbano
La ATU ha señalado que esta medida forma parte de una estrategia más amplia para formalizar y dignificar el servicio de taxi, mejorando las condiciones laborales de los conductores y la experiencia de los pasajeros. «Queremos que los ciudadanos se sientan seguros al abordar un taxi y que tengan la certeza de que están siendo transportados por una unidad formal, identificable y fiscalizable», señaló un vocero de la institución.
Finalmente, la entidad instó a los conductores a tomar con responsabilidad este periodo de adecuación y recordó que toda la información sobre talleres recomendados, reglamentación vigente y procedimientos puede encontrarse en su página oficial www.atu.gob.pe o mediante sus canales de atención telefónica y redes sociales.