En la noche del último domingo 31 de enero, una bala perdida terminó con la vida de una joven de 18 años, mientras se encontraba dormida en el interior de su vivienda, ubicada en el pasaje 41 de San Juan de Amancaes, en el distrito del Rímac.
En la habitación se encontraron tres proyectiles y uno de ellos causó la muerte de Nayeli Villarreal Salazar, que estaba a horas de festejar su cumpleaños número 19, en medio de la pandemia.
La madre de familia, Jenny Villareal, relató a América Noticias, que aquella noche escuchó un ruido extraño al que no le dio importancia pensando que eran generados por las mascotas de la casa, hasta que uno de sus hijos la alertó.
“Lo que escuché era como un cuetecillo, nada más, pero no le tomé mucha importancia porque tengo dos gatitos chiquitos y pensé habrían sido ellos o la calamina a sonado”, señaló la madre de la fallecida.
Luego, contó que una de sus hijas dio aviso de que Nayeli no despertaba y sangraba por la nariz por lo que de inmediato llamaron a la Policía Nacional. Donde ellos determinaron que la causa de la muerte sería un impacto de bala que ingresó por la calamina.
Por otro lado, la madre consideró que los disparos ejecutados eran para otra persona que vive cerca a su domicilio ya que descartó una venganza contra su familia porque nunca han recibido amenazas por lo que pidió a las autoridades hallar al responsable.
“Que la Policía esclarezca este caso, que agarren a los responsables o responsable porque no es justo que uno esté descansando y le caiga una bala perdida. No es justo”, agregó Jenny Villareal.
