El indulto otorgado a Hunter significa que no será sentenciado ni encarcelado por los delitos que enfrentaba, incluyendo cargos relacionados con armas e impuestos. Las audiencias de sentencia, previstas para diciembre, probablemente se cancelarán. El indulto cubre cualquier delito cometido entre el 1 de enero de 2014 y el 1 de diciembre de 2024, abarcando su tiempo en la junta de Burisma, la empresa de gas ucraniana. Hunter había sido objeto de escrutinio por sus negocios en el extranjero, especialmente en Ucrania, lo que fue criticado por Donald Trump.
Por otro lado, se sabe que el hijo del presidente Biden fue condenado en junio por poseer ilegalmente un arma, y en septiembre se declaró culpable de nueve cargos fiscales por no pagar US$1,4 millones en impuestos, mientras gastaba en acompañantes, drogas y lujos. La investigación, iniciada en 2018 por el fiscal especial David Weiss, resultó en las acusaciones presentadas en 2023. Aunque como presidente Joe Biden podía influir en el caso, mantuvo su promesa de mantenerse al margen.
Así mismo, un funcionario de la Casa Blanca comentó que Biden sintió que su hijo fue atacado injustamente por sus oponentes políticos, lo que consideró cruel. La decisión de intervenir se basó en la percepción de que estaban intentando «romper» a Hunter, quien se recuperaba de su adicción. El presidente destacó los cinco años y medio de sobriedad de su hijo frente a los constantes ataques y persecuciones selectivas.
El 7 de noviembre, Karine Jean-Pierre afirmó que Biden no planeaba indultar a su hijo Hunter. Sin embargo, republicanos cercanos a Trump sugirieron que Hunter seguiría siendo un objetivo de investigación. Fuentes cercanas a Biden indicaron que si Kamala Harris hubiera ganado, el indulto habría sido menos probable por razones políticas. Un funcionario de la Casa Blanca comparó la situación con el indulto de Trump a Charles Kushner, sugiriendo que Biden debía considerar hacer lo mismo por el vínculo padre-hijo.