Debido a la rápida expansión del COVID-19, el primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, pidió a todos sus compatriotas “evitar los desplazamientos”. De igual manera, prohibió la conglomeración de personas y comunicó la suspensión del inicio de clases hasta el 3 de abril.
Sin embargo, el Legislativo no suspenderá el servicio de transporte público para “garantizar la continuidad del sistema de producción y permitir que las personas vayan a trabajar”.
Estas medidas drásticas a las cuales se suma la suspensión de los eventos deportivos, entre otras, que las especificará mediante un Boletín Oficial del Estado que entrará en vigor este martes en toda Italia.
“No habrá una zona roja, una zona restringida del país y otra no. Italia estará protegida en su conjunto. Se trata de evitar los movimientos en toda la península, con excepción de caso de necesidad, por motivos laborales o de salud”, dijo Conte en una conferencia de prensa.
El coronavirus afectó a todo el país, pero específicamente a las regiones de Lombardía, Véneto y Emilia Romaña. Además, el impacto económico en esas regiones es de suma importancia. Por ello, el Gobierno ha pedido a la Comisión Europea que les dé un mayor margen para sobrellevar este déficit.
D.P.G.