Para no creer. El cadáver de un anciano de 66 años fue trasladado el pasado viernes por dos sujetos, entre ellos su sobrino, hasta una oficina de cobro de pensiones en el condado de Carlow, Irlanda, para retirar el dinero del seguro.
Se sabe que los sujetos intentaron cobrar el seguro de Peadar Doyle en dos oportunidades. En la primera, un empleado del lugar les indicó que solo la persona titular podía realizar dicha transacción; en la segunda, horas después y con dos hombres más que sujetaban a Doyle en brazos, que aparentaba estar dormido.
Al ver que el anciano estaba inconsciente, el personal de la agencia se negó a atenderlos y alertó a otro compañero de lo sucedido. Los dos sujetos quedaron asustados por lo que salieron del local dejando tirado el cuerpo del anciano tendido en el suelo.
Ante lo ocurrido, los empleados del lugar llamaron a la policía, quienes se trasladaron con una ambulancia. Los paramédicos confirmaron el deceso del anciano. La Garda Síochána (policía nacional irlandesa) acordonó una casa cerca de la oficina como escena del crimen.
Declan Haughney (40), sobrino del fallecido, indica que «no sabía que estaba muerto» y que «no era un imbécil» que intentaba robarle. El mismo Haughney ha dicho que hace 15 años robó la tarjeta bancaria y el pin de su tía cuando llegó por correo y estuvo dos años en la cárcel por fraude. Asimismo, se le acusa de haber sido adicto a las drogas, aunque afirma que se ha mantenido alejado de ellas durante ya tres años.
El cuerpo de Doyle fue llevado a la morgue de la ciudad para determinar las causas de su deceso por medio de una autopsia.