Encuentro con el vicecanciller de Asuntos Exteriores de Azerbaiyán, Elnur Mammadov
.
Ricardo Sánchez Serra*
Bakú. “Luego de la independencia de Armenia y de Azerbaiyán de la entonces Unión Soviética, Ereván se apoderó a sangre y fuego de la región de Karabaj, también llamado Alto Karabaj o Nagorno-Karabaj, señalando que tenía derechos históricos en esa región, que había heredado Azerbaiyán de la URSS, por el uti possidetis, el mismo principio legal que heredaron las naciones latinoamericanas del virreinato español, es decir, los límites entre Estados que han alcanzado su independencia. Sobre el litigio con Armenia por Karabaj, el derecho internacional siempre ha apoyado a Azerbaiyán”, relató Elnur Mammadov, flamante vicecanciller de Asuntos Exteriores de Azerbaiyán.
“En 1993 -prosiguió- el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó cuatro resoluciones en las que exigía la retirada inmediata e incondicional de las tropas de Armenia de Azerbaiyán. Otros organismos internacionales aprobaron resoluciones similares, pero Armenia nunca quiso cumplirlas”.
Dijo que Armenia dilató el proceso de negociaciones y fortaleció el statu quo para legitimar la ocupación, al mismo tiempo que asentaban familias armenias, por ejemplo, del Líbano, a vivir en esas tierras como ocupantes ancestrales, a la par que destruían la herencia cultural azerí y eliminar sus huellas.
Ante una pregunta sobre la realización de matanzas recíprocas de ambas naciones, aludió a lo que ocurrió en la I Guerra de Karabaj, mencionando la Masacre de Jóyali en 1992, en donde las tropas armenias asesinaron a 613 civiles azeríes. “El propio expresidente armenio, Serge Sarkisian, confesó que ´si no hubiéramos ejecutado esa matanza, los azerbaiyanos nunca nos hubieran tomado en serio´”, reveló.
“Sobre las matanzas recíprocas -explicó el alto funcionario azerí- lo dividiría en dos partes, lo que sucedió en la I Guerra de Karabaj. Además, en la guerra última, Azerbaiyán realizó operaciones militares en su propio territorio, entonces bajo ocupación; sin embargo, Armenia lanzó misiles a ciudades azeríes que estaban fuera del conflicto y bastante alejadas, como Ganja, Horadiz, Terter -causando la muerte de más de cien personas y 400 heridos-, con el propósito de minar el espíritu y hacer que tengan miedo los azerbaiyanos, para que el pueblo exija que se detenga la guerra, porque nos estaban matando”.
Como paréntesis, con respecto a lo afirmado por el vicecanciller, visité Ganja, la segunda ciudad más grande azerí, ubicada a cien kilómetros de la entonces zona del conflicto, en donde pude comprobar la destrucción que causaron los misiles balísticos armenios, que mataron a 26 personas -entre ellos niños- e hiriendo a cientos de personas. Los ataques a poblaciones civiles son crímenes de guerra.
Mammadov señaló que si Armenia tiene alguna queja, “que muestre los nombres de sus muertos. Dicen que fueron 30 civiles. El reclamo es fácil, pero deben demostrarlo. Azerbaiyán nunca tuvo como objetivo los lugares civiles. Tenemos satélites y podemos ver los objetivos militares. Vimos que Armenia colocaba su artillería en lugares en donde habitaban los civiles y de acuerdo a las leyes internacionales ellos asumen el riesgo”.
Reveló que, de acuerdo a las imágenes tomadas por su satélite, el autodenominado presidente de Nagorno-Karabaj, Arayik Harutyunián, hacía las reuniones con su equipo militar en un jardín infantil. Ello es una violación grave al derecho humanitario.
De otro lado, resaltó que la intención de su país es delimitar y demarcar las fronteras definitivas en un futuro cercano y acabar con el problema de una vez, pero no hay respuesta por parte de Armenia.
“Rusia, que siempre presiona a las dos partes, ha realizado una propuesta muy constructiva, que consiste en crear una comisión intergubernamental entre Armenia, Azerbaiyán y Rusia, para que los expertos demarquen las fronteras. Nosotros la aceptamos, pero los armenios la rechazan (ellos quieren 20 mil kilómetros cuadrados de Azerbaiyán)”, puntualizó.
Sobre el tema del minado masivo por parte de Armenia (alrededor de 10 mil kilómetros cuadrados, el tamaño del Líbano), Azerbaiyán acudirá al Tribunal Europeo de Derechos Humanos por segunda vez, así como a la Corte Internacional de Justicia de La Haya y asimismo por la destrucción del acervo cultural.
En otro momento, Mammadov recordó que el mandatario de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, envió su saludo al nuevo presidente del Perú, país con el cual existen cordiales relaciones de amistad, que esperan estrechar y mejorar, y mejor aún si existiera mayor interés en el Movimiento No Alineado.
*Analista internacional