La comunidad del distrito de Calango, en Cañete, enfrenta una situación crítica debido al desborde del río Mala, que ha amenazado alrededor de diez hectáreas de cultivos, principalmente de manzanas. A pesar de los esfuerzos de prevención, como la construcción de diques, estos resultaron insuficientes ante la fuerza del cauce, llevando a la inundación de áreas agrícolas y locales comerciales.
La población local, incluyendo propietarios de negocios como el restaurante campestre ‘Camino al Río’, ha sufrido graves consecuencias económicas. La ineficacia de las máquinas utilizadas en los trabajos de prevención ha sido cuestionada, evidenciando la falta de una planificación adecuada.
La consejera regional por Cañete, Blanca Vicente, ha señalado irregularidades en la asignación de proyectos a empresas sin experiencia, instando a la realización de una investigación y la implementación de acciones correctivas. La comunidad y los agricultores enfrentan una situación crítica que se repite anualmente, generando pérdidas económicas y destacando la necesidad de una gestión más eficiente y responsable por parte de las autoridades regionales.
El Gobierno Regional de Lima, liderado por la gobernadora Rosa Vázquez, ha sido objeto de críticas por la falta de medidas efectivas y la contratación de empresas cuestionadas en el proceso. La situación subraya la urgencia de una respuesta coordinada y efectiva para mitigar los impactos de las inundaciones en la región.