El uso medicinal de la planta Cannabis sativa, conocida mayormente como «marihuana» ha dejado de ser algo mal visto, debido a sus beneficios que ofrece al extraer de sus componentes Tetrahidrocannabidinol (THC) y el Cannabidiol (CBD) activos que son empleados en la elaboración de medicina, para ser administrada de forma natural en las comidas de cannabis, vaporizadores, fumándolo, tomando cápsulas, aceites o utilizando aerosoles orales.
Su eficacia para aliviar algunas complicaciones entre ellas las náuseas que producen las quimioterapias, el incremento de apetito como suplemento en niños, así como para tratar el dolor y la espasticidad muscular en personas con VIH/SIDA entre otras. Pero aún no hay información suficiente para dar conclusiones que el empleo del cannabis sea la cura de algunas enfermedades, muy por el contrario manifiesta un gran alivio en comparación con medicamentos farmacéuticos.
En países como Estados Unidos, Canadá, México y Reino Unido los cannabinoides sintéticos vienen siendo recetados para disminuir el tamaño de tumores asociados al cáncer, entre los más comunes, el cáncer de mama, el cáncer de próstata, el cáncer de colon, el cáncer de pulmón, el cáncer de cuello uterino, incluido entre ellos, el de cáncer de cerebro (tumor cerebral) que se presenta de forma agresiva donde habitualmente se traduce en la muerte del paciente en los dos años posteriores al inicio.
Otros estudios revisados por NORML.org muestran que, cuando se usa en combinación con ciertas quimioterapias, la marihuana puede aumentar la eficacia de los fármacos contra el cáncer, demostrado que la marihuana tiene propiedades anti-cancerígenas.
R.P.R