Impacto de la aviación en el medio ambiente: ¿Cómo afecta?

La emisión de gases de efecto invernadero aumentó proporcionalmente al número de pasajeros aéreos desde 1990

El incremento de la industria de la aviación ha provocado un mayor tránsito de aviones que se traduce en mayores emisiones de CO2. Foto: https://www.futuro360.com/.

Según la Comisión Europea, la aviación genera el 13,9% de las emisiones generadas por medios de transporte, porcentaje que lo convierte en la segunda mayor fuente de emisiones de gases de efecto invernadero de este sector, solo por detrás de los medios tradicionales terrestres.

La organización europea Transport & Environment, a través de su técnico de políticas, Carlos Rico, afirma que “al contrario que otros medios como el ferrocarril, sus emisiones han seguido un crecimiento continuo que sólo se ha visto frenado temporalmente por la pandemia”.

Cabe recalcar que los aviones emiten dióxido de carbono, ozono, metano y otros gases de efecto invernadero. En esa línea, la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) indica que las emisiones de gases de efecto invernadero de la Unión Europea procedentes de la aviación internacional “se han multiplicado más del doble desde 1990”. Esto se debe, en parte, a que el número de pasajeros aéreos en Europa y en el mundo “se ha triplicado desde 1990”.

Contaminación por Pasajero

En ese marco, un vuelo de clase económica desde Londres hasta Nueva York llega a emitir un aproximado de 0,67 toneladas de CO2 por pasajero, según la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), encargada de la elaboración de normas y reglamentos que constituyen la base de la función crucial del sistema de transporte aéreo mundial de la ONU.

Shaun Hendy, profesor de física de la Universidad de Auckland, cuenta en The Conversation que las reacciones químicas producidas por estos gases pueden provocar efectos tanto de calentamiento como de enfriamiento del planeta. “Desafortunadamente, el resultado neto cuando estos procesos se suman es generar más calentamiento”, indica.

Al respecto, Pablo Muñoz Nieto, coordinador de la campaña de aviación de Ecologistas en Acción, explica que al desplazarse por el aire, las aeronaves producen “efectos refrigeradores del clima, derivados del metano y los sulfatos que emiten los aviones”, además de provocar “efectos que calientan el clima, derivados del CO2, el ozono, el vapor de agua, el hollín y las estelas y la nubosidad inducida que producen las aeronaves”. Asimismo, algunos estudios indicaron que las estelas podrían tener un efecto tan significativo como el dióxido de carbono liberado durante un vuelo.

En esa línea, dicho dato equivale al 11% de las emisiones anuales promedio de alguien en un país como Reino Unido, o casi lo mismo que las causadas durante un año por alguien que vive en Ghana.

¿Alternativas de Transporte o Tecnológicas?

En ese marco, Anke Lükewille, experta en contaminación atmosférica de la AEMA, considera que “medidas como la mejora de la eficiencia de los carburantes mediante la introducción de materiales más ligeros u otras opciones técnicas no serán suficientes para cumplir los objetivos europeos en materia de emisión y sostenibilidad”.

En ese sentido, Muñoz Nieto tiene una postura similar: “A pesar de que existe una serie de medidas que pueden ayudar a mitigar el impacto del transporte aéreo sobre el cambio climático, el aumento exponencial de los vuelos en los últimos años ha echado por tierra cualquier mejora asociada a mejoras tecnológicas”.

Finalmente, los investigadores del informe El Decrecimiento de la Aviación, donde se cuestionan los efectos de volar en avión y se estudia el uso de medios alternativos de transporte, sugieren la prohibición de vuelos de gran proximidad, la reducción de vuelos de corta y media distancia realizables en tren o la moratoria a la ampliación o construcción de infraestructuras aeroportuarias.