Tras realizar varios operativos en diferentes centros de salud de la región, personal de la Contraloría advirtió riesgos concernientes al mal manejo en la gestión de residuos biocontaminados generados en centros de vacunación Covid-19.
Este hecho alarmante genera riesgos de contaminación ambiental y sobre todo podría afectar la salud del personal que labora en estas dependencias, debido al incumplimiento de las normas sanitarias.
Tras llevarse a acabo los operativos durante la inoculación, en el Hospital Regional de Huancavelica hallaron acumulados el promedio de 2 mil 500 kilos de basura, lo que se debería no solo al incremento de pacientes y nuevos ambientes para el tratamiento del coronavirus.
Es el colmo, durante la intervención, la planta de tratamiento de basura del nosocomio la encontraron inoperativa debido a la falta de personal y combustible. De acuerdo al informe de Contraloría N° 5255 indica que esta situación la viven desde enero del presente año sin ninguna solución.
De la misma forma, el Hospital de Lircay no cuenta con ambiente adecuado para el almacenamiento de los residuos sólidos, la cual genera más acumulación.
Por otro lado, en el centro de salud de Huaytará hallaron un corredor como almacén, las cuales no cuenta con techo, la misma que se encuentra en la intemperie, y no está delimitado ni señalado. Mientras que, en el centro de salud de Ascensión, existe un ambiente construido con triplay y calamina, el cual no cumple con la Norma Técnica de Salud.
Asimismo, en el centro de Santa Ana trasladan y almacenan de manera inadecuada sus residuos hospitalarios. Lo mismo ocurre en el centro de salud de Ticrapo, almacenan en el garaje junto a materiales de construcción. Mientras que en el centro de salud de Churucampa los desperdicios son almacenados en ambientes prefabricados sin puertas ni señalizaciones.
Ante todas estas situaciones encontradas la contraloría remitió informes a la DIRESA Huancavelica a fin de que solucionen el problema.
M.A.SH