Hoy el Gobierno adjudicará el proyecto minero Michiquillay (Cajamarca) de acuerdo al cronograma establecido por Proinversión.
La adjudicación a realizarse de hoy es producto de la reprogramación realizada por el Gobierno. Esta estaba programada inicialmente para el 20 de diciembre del 2017, pero se pospuso por el pedido de algunas empresas postoras que argumentaban que la actual coyuntura política afectaba la presentación de sus propuestas económicas.
De acuerdo a la información de ProInversión, son 10 las empresas entre nacionales e internacionales las que se disputan la adjudicación del proyecto cuprífero al presentar los documentos de precalificación.
En el contrato de transferencia del proyecto se ha considerado que el 50% del pago que realice el ganador al Estado irá al Fondo Social Michiquillay, cuyas actividades estarían “beneficiando” a las comunidades.
Punto de partida
La Energía y Minas, Angel Grossheim, se mostró optimista con este acontecimiento al interior de sector siendo este el punto de partida para futuras adjudicaciones mineras como Quellaveco, la ampliación de Toromocho, Mina Justa y Corani.
“Se estima que el yacimiento minero posee recursos para iniciar con una producción mínima del orden de 80 mil toneladas por día, lo que significará una inversión estimada de US$ 2.000 millones.
Michiquillay es un proyecto que se encuentra constituido por un yacimiento del tipo pórfido de cobre, con contenido de minerales de cobre, oro, plata y molibdeno. Los recursos de mineral presentes se estiman en más de 1.100 millones de toneladas de mineral”. (Fuente: Diario La República).
Cuestionamientos
Sin embargo para el exgobernador de Cajamarca, Gregorio Santos, el proyecto “está naciendo muerto”. Esto en alusión a la forma en que se estaría desarrollando el nuevo proceso de adjudicación. Para el también excandidato presidencial los funcionarios del Ministerio de Energía y Minas, ProInversión y el mismo Presidente de la República son “lobistas” que solo buscarían beneficiar a grupos económicos en perjuicio de las comunidades campesinas y el medio ambiente, al cuestionar la no realización de la consulta previa y la ausencia de un Estudio de Impacto Ambiental.
“Si es un nuevo proceso de licitación tiene que respetarse las normas que existen en el Estado, como son la consulta previa y su relación con Cajamarca; pero se está engañando a los hermanos comuneros que es un proceso que tiene todas las garantías” acoto Santos.
Durante la adjudicación postergada (20.12.2017) las rondas campesinas realizaron movilizaciones en Cajamarca en rechazo al proyecto Michiquillay por considerarlo lesivo al igual que el proyecto Conga.
C.Q.R