Según el testimonio de la niña, tanto ella como su hermana fueron víctimas de abusos por parte de Boyd, pareja de su abuela. La menor relató haber sufrido encadenamiento, abusos sexuales, mutilaciones y haber sido forzada a sobrevivir bebiendo agua de un charco en el sótano donde presuntamente fue retenida contra su voluntad.
La investigación se desencadenó cuando la niña confió su terrible experiencia a un familiar, lo que dio inicio a una pesquisa que se extendió durante meses. Los detalles revelados son desgarradores. La víctima describió el sótano en un dibujo que se ha convertido en un testimonio visual del terror vivido. En el boceto se aprecia un poste junto a una lavadora y secadora, y una figura de palitos con una «cadena» atada al cuello, identificada por la niña como ella misma. A sus pies, un trozo de pan y un diseño de olas marcado con la palabra «agua» ilustran las inhumanas condiciones en las que fue obligada a subsistir.
La denuncia policial, interpuesta por el padre adoptivo de la menor tras escuchar su relato, detalla cómo Boyd trasladó a la niña a su domicilio en Milwaukee y la ató a un poste en el sótano. Allí, la habría dejado con una mínima porción de pan y la habría forzado a beber agua estancada del suelo. Además, la víctima sufrió cortes en diversas partes de su cuerpo, incluyendo sus zonas íntimas, utilizando en ocasiones un cúter.
David Boyd enfrenta ahora una serie de graves cargos que reflejan la brutalidad de los presuntos crímenes. Los investigadores encontraron cuchillos y cadenas con ganchos colgando del techo en su residencia. Los cargos imputados incluyen dos delitos de abuso sexual reiterado contra la misma menor, maltrato infantil, reclusión ilegal, tráfico de menores y utilización de un arma peligrosa. La acumulación de estos cargos podría acarrear una prolongada pena de prisión.
El cargo de tráfico de menores reviste especial gravedad, ya que implica la presunta explotación sexual de la víctima por parte de Boyd, lucrándose de su sufrimiento y vulnerabilidad. Las autoridades sostienen que Boyd obligó a la niña a mantener relaciones sexuales con varios hombres, lo que agrava aún más la situación legal del acusado. El uso de un cúter para infligir daño físico a la menor constituye un agravante adicional que podría influir en la sentencia final.
Este caso ha conmocionado profundamente a la comunidad de Wisconsin y se encuentra bajo una exhaustiva investigación por parte de las autoridades, quienes buscan esclarecer todos los detalles de este horrendo suceso y garantizar justicia para la victima