Ricardo Sánchez Serra
En el marco del Día Internacional de la Mujer, la Casa Rusa en Lima, junto con la Sociedad Ruso-Histórico Militar, inauguró la exposición “Mujeres en la guerra. 1941-1945”, un emotivo tributo al papel crucial de las mujeres soviéticas durante la Segunda Guerra Mundial. La muestra, profundamente conmovedora, no solo destaca su valentía en el campo de batalla, sino también su inquebrantable dedicación en hospitales, fábricas y la retaguardia, donde fueron esenciales para la resistencia y eventual victoria de su nación en uno de los momentos más oscuros de la historia.
Durante la inauguración, el embajador de Rusia en Perú, Igor Romanchenko, ofreció un discurso que tocó el corazón de los presentes. En sus palabras, destacó que “la crónica de la Gran Guerra Patria es, ante todo, la historia de vidas humanas”, subrayando la contribución invaluable de las mujeres que, con sacrificio y estoicismo, defendieron su patria. «Antes de 1941, el mundo no había conocido una participación tan masiva de mujeres en las hostilidades. Ellas lucharon con el deseo de proteger su hogar, sus familias y su país», enfatizó.
La exposición reúne imágenes, documentos y relatos que sumergen al público en las experiencias de estas heroínas. Combatientes, médicas, operarias y artistas, las mujeres soviéticas desafiaron el peligro y demostraron una fuerza que trascendió los tiempos. Sus acciones no solo fortalecieron a su nación en la guerra, sino que también dejaron una huella imborrable en la historia de la humanidad.
El evento contó con la asistencia de decenas de personas, entre rusos residentes en Perú, figuras de la cultura, periodistas y representantes de diversas instituciones, quienes se unieron en un espacio de reflexión y gratitud. La exposición no solo despertó un profundo interés entre los asistentes, sino que también destacó la importancia de preservar la memoria histórica y de rendir homenaje a aquellos que sacrificaron tanto por un futuro mejor.
“Mujeres en la guerra. 1941-1945”, es más que una exhibición; es un recordatorio de que el heroísmo no tiene género y de que la fortaleza de las mujeres puede cambiar el curso de la historia. Este tributo eterno a las mujeres soviéticas resuena como un llamado a la unidad, la paz y el reconocimiento de quienes, desde las trincheras o las fábricas, lucharon con alma y corazón por un ideal de libertad.
La exposición estará abierta al público hasta el 29 de marzo, invitando a más personas a descubrir, recordar y admirar la historia de estas extraordinarias mujeres. Una lección de sacrificio, valentía y esperanza que sigue vigente hoy.
