Un equipo de científicos y médicos en Países Bajos está creando una tecnología para salvar las vidas de estos bebés. Se trata de un útero artificial que podrá comenzar a usarse en 10 años y que, aseguran, permitirá “renacer” a los bebés, es decir, experimentar un “segundo nacimiento”: el útero materno y el del artificial.
Un parto prematuro, ocurre antes de las 37 semanas de gestación, es la mayor causa de muerte entre recién nacidos. Y en el caso de los extremadamente prematuros, de menos de 28 semanas, el riesgo es aún mayor.
La diseñadora social Lisa Mandemaker que está trabajando con el hospital universitario Máxima Medical Centre (MMC), el mayor proveedor de atención médica en la región de Brabante, en el sur de Países Bajos, lidera el equipo encargado de crear el prototipo.
Mandemaker declaró que para hacer su diseño usó cinco enormes globos en donde estarían los bebés “de cierta manera, nadando en sus propios fluidos”.
El útero artificial que están desarrollando está pensado, sobre todo, para bebés extremadamente prematuros.
Cuando hay un parto extremadamente prematuro, conectamos al bebé inmediatamente a una placenta artificial, ligando un cordón al útero artificial, explica el médico Guid Oei, del Máxima Medical Centre.
“El útero artificial es un entorno liquido lleno de agua y todo tipo de minerales, por lo que el bebé obtiene el oxígeno y los nutrientes a través del cordón umbilical, justo como cuando estamos en el entorno natural”.
“Mantenemos al bebé ahí durante varias semanas. El bebé crece, y a las cuatro semanas volvemos a hacer el nacimiento”.
“Eso podría salvar muchas vidas”, concluye el ginecólogo.
T.V.M.