El arqueólogo Omar Bendezú De La Cruz, junto a veinte estudiantes de la Universidad Nacional San Luis Gonzaga de Ica (Única), hallaron un total de 29 geoglifos en la provincia de Nasca, Ica. Los geoglifos fueron descubiertos durante una investigación autorizada por el Ministerio de Cultura (Mincul), que tuvo una duración de cuatro meses. Las nuevas figuras se encuentran en los cerros del centro poblado de San Francisco, en el distrito El Ingenio, y en el sector de San Juan en Changuillo.
Los geoglifos hallados representan figuras de felinos y personajes antropomorfos, según el arqueólogo Bendezú De La Cruz provienen de los años 300 a.C. y el 100 d.C., en los periodos de estudio de Paracas tardío hasta Nasca inicial.
“Hasta el momento, en el distrito de El Ingenio, hemos identificado 10 figuras que tienen formas de felinos, tienen una medida variada que van desde los 17 metros de largo por 12 metros de alto hasta los 42 metros de largo por 43 metros de alto aproximadamente”, indicó Bendezú de la Cruz para la Agencia Andina.
Omar Bendezú De La Cruz, arqueólogo que guió y trabajó con los estudiantes en la investigación. (Foto: Andina)
Además, el arqueólogo que lideró al grupo de estudiantes manifestó tener una hipótesis con respecto de los geoglifos. Bendezú contó para Andina que los antiguos pobladores de estas zonas tendrían como deidad al felino, al igual que en la cultura egipcia. Por ello, el estudio de este nuevo descubrimiento se extenderá hasta 2024, con el objetivo de descubrir el rol que cumplían los felinos en estas civilizaciones.
Cabe recalcar que los felinos han aparecido frecuentemente a lo largo de las manifestaciones artísticas de los Paracas, ya sea en cerámica o textiles y están asociados a la fertilidad y al agua.
Este hallazgo es sumamente importante para la arqueología peruana. Recordemos que recientemente se cumplieron 29 años desde que, el 17 de diciembre de 1994, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró a las Líneas y Geoglifos de Nazca y Palpa, ambas ubicadas en Ica, como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Casi 3 décadas después, el Perú presenta este nuevo descubrimiento que sorprende al mundo.