Se ha demostrado que realizar ejercicios físicos durante el embarazo, es un factor clave en la etapa prenatal, ya que trae beneficios saludables tanto para la madre gestante y el feto, según refleja los últimos trabajos de investigación publicados en la revista Journal of American Medicine Association (JAMA).
El ejercicio físico durante el embarazo asegura la calidad del entorno intrauterino, pues el desarrollo fetal ocurre aproximadamente durante 40 semanas, periodo trascendental en la futura salud del recién nacido debido a la extrema sensibilidad y plasticidad que atraviesan los órganos en formación.
Los estudios se originan en relación a la hipótesis de Barker o FOAD (Fetal Origins of Adult Diseases, en inglés u Orígenes fetales de las enfermedades adultas, en español) que explica que dependiendo de la calidad del entorno intrauterino en el que el feto se desarrolle, en el futuro podría influir en el origen de enfermedades expresadas en la adultez.
Entre los beneficios confirmados se encuentra la prevención de la ganancia excesiva de peso materna (frecuente en más del 50 % de las gestantes de todo el mundo), que además de ser no saludable para la mujer, conlleva un excesivo peso del recién nacido (mayor 4kg), derivando a la transmisión intergeneracional de la obesidad y el sobrepeso.
Cabe resaltar que estos resultados se complementan a diversos estudios que han demostrado los ejercicios y logran reducir el riesgo de desarrollar afecciones como hipertensión/diabetes gestacional, preeclampsia, depresión, parto por cesárea, dolor lumbar, dolor pélvico e incontinencia urinaria, entre otros.
K.V.C.