El fútbol da revancha. Un 29 de enero de 2019 y Real Garcilaso derrotaban por 2-0 a Deportivo La Guaría, con dicho marcador se clasificaban a la fase de grupos de la Copa Libertadores. Sin embargo, un pequeño error los dejaría sin pena ni gloria: Gustavo Dulanto no pudo despejar el balón y dejó el camino al rival para que anoten el 2-1, dándole el pase al conjunto venezolano.
Luego de esa dura tarde, las redes sociales empezaron a insultar al back central. Él asumió su error y pidió disculpas. “El error fue mío y lo asumo como hombre que soy porque siempre me enseñaron a afrontar. Búrlense, hagan memes, pero no me voy a sentir mal ni me caeré”, tuiteó en aquel entonces.
Resumir su carreta del exjugador de Universitario de Deportes, es ponerlo en palabras de: fortaleza, humildad y mucha garra, eso es lo que viene demostrando hasta la actualidad y nunca se dio por vencido. En julio pudo pasar su fútbol por el Boavista de Portugal. Esa fue su primera gran oportunidad para salir adelante. Ahora, luego de varios problemas, escogió al Sheriff Tiraspol como su nuevo destino.
Sheriff Tiraspol, una merecida revancha
Estuvo tres meses entrenando por su cuenta esperando que apareciera una chance para salir de ahí. Lo llamaron algunos equipos de la Segunda División de Portugal e incluso llegó a tener conversaciones con clubes de Argentina, pero su decisión de mantenerse en la máxima categoría de algún país europeo pesó más. Su paciencia fue clave y no se desesperó, por eso cuando el FC Sheriff Tiraspol lo contactó le sedujo la posibilidad de estar en una institución reconocida por siempre pelear los primeros lugares en Moldavia.
Gustavo Dulanto no se equivocó, pues el FC Sheriff Tiraspol acumula en su palmarés 19 títulos locales y es el más campeón de la Liga de Moldavia. No le costó mucho seducir al técnico ucraniano Yuriy Vernydub y se hizo con un lugar en el equipo titular hasta salir campeón en la temporada 2020-21, convirtiéndose además en el único futbolista peruano en levantar un título en Europa. Los colombianos Danilo Arboleda y Frank Castañeda, además del brasileño Henrique Luvannor –que también cuenta con la nacionalidad moldava –, al ser los otros sudamericanos en el equipo lo ayudaron en su rápida adaptación.
El título le valió al FC Sheriff Tiraspol la posibilidad de disputar las rondas previas para ingresar a la fase de grupos de la Champions League. En la primera llave vencieron al Teuta de Albania con un marcador global de 5-0. Luego hicieron lo propio con el Alashkert de Armenia por 4-1 –Dulanto anotó uno de los goles en el partido de vuelta–, para posteriormente sorprender a todos al eliminar por 2-1 al Estrella Roja de Serbia, un grande del fútbol de ese país que incluso ya ganó la ‘Orejona’ en la temporada 1990-91.
Ya en la última instancia antes de ingresar a la fase de grupos de la Champions, vencieron por 3-0 –con Dulanto como capitán– al Dinamo Zagreb de Croacia en el partido de ida y empataron 0-0 en la vuelta, confirmando así su histórico ingreso al torneo más importante de Europa. “Mi mamá, esposa e hija me incentivaron a venir aquí, porque estaba pasando malos ratos en Perú. Pero mi ‘vieja’ siempre me ha dicho que este es mi sueño. Y vine aquí. Lo único que quiero es que mi familia esté orgulloso de mí”, reveló el zaguero mientras transmitía por Instagram la celebración de la clasificación con sus compañeros.
Gustavo Dulanto sabe de derrotas, tropiezos y dificultades, por eso ahora que le va tan bien en Moldavia su historia cobra mucha relevancia como una lección de resiliencia y superación. En tiempos de escasez de compatriotas jugando en el ‘Viejo Continente’, que su nombre retumbe mientras el himno de la Champions suena debe ser motivo de orgullo. Su resbalón en 2019 sirvió para que muchos peruanos se burlen de él, pero tal como lo recalcó en su momento, el tiempo les demostró a todos que jamás se rendiría. Y ahí está, rompiéndola en el campo de juego hasta canjear las burlas pasadas por elogios.