Las autoridades estadounidenses han anunciado sus planes para exigir que todos los extranjeros que deseen ingresar al país se vacunen contra el covid-19, que supondría una amenaza para la incipiente industria del turismo de vacunas.
Debido a que en algunos países de América Latina existen retrasos con la administración de fármacos anticovidos, muchas personas han optado por viajar a Estados Unidos para inmunizarse, mientras que varios aprovechan para pasar unas vacaciones. Si bien, antes de la pandemia, el flujo de turistas al país norteamericano era muy común, ahora se organizan muchos viajes con un solo objetivo: la vacunación.
El costo de un programa desde México, por ejemplo, puede variar según las necesidades de los clientes, dependiendo de si solicitan una o dos dosis, o una fecha de vuelo específica. Los paquetes generalmente incluyen pasaje aéreo de ida y vuelta, dos noches de hotel y una cita de vacunación, por un valor aproximado de $ 700 a $ 1,500.
Miguel Ángel y su esposa, uno de los muchos latinoamericanos que han optado por vacunarse en Estados Unidos, recuerdan que solo se les pidió una prueba de antígeno y, al llegar al aeropuerto de destino, simplemente dijeron la verdad sobre su propósito de viaje.
Las autoridades mexicanas estiman que hasta dos millones de personas podrían haber optado por esta opción, aunque todavía no son cifras oficiales.
Diariamente se registran casos similares en otros países de la región como Argentina y Brasil, aunque algunos ciudadanos deben enfrentar la restricción de la cuarentena en otro país antes de intentar ingresar a Estados Unidos.Muchos deciden volar primero a México a un costo aproximado de $ 3,500 y luego haga el último tramo del viaje, para lograr la inmunización.
Si bien las vacunas contra el coronavirus son un problema de salud, en el contexto actual también se han convertido en un negocio que busca reactivar la economía de diferentes naciones, provocando que los turistas, atraídos por obtener la droga más rápidamente, dejen a cambio varios cientos de miles de dólares en hospedaje, vuelos, alimentación y otros servicios.
Mientras tanto, aún existen dudas sobre cómo será el nuevo proceso de verificación para ingresar al país norteamericano o si se aceptarán medicamentos que aún no han sido aprobados por los reguladores estadounidenses.
