El gobierno de Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, ha anunciado una nueva política migratoria que restringe el ingreso de ciudadanos de Venezuela y otros países considerados de alto riesgo. La proclamación, firmada el 4 de junio de 2025, establece que los venezolanos enfrentarán limitaciones severas en la obtención de visas de turismo, negocios, estudios y programas de intercambio cultural.
La medida, que entrará en vigor el 9 de junio, forma parte de un paquete de restricciones migratorias que afecta a 19 países. De estos, 12 han sido completamente bloqueados del ingreso a Estados Unidos, mientras que 7, incluyendo Venezuela, tendrán restricciones parciales.
Según la Casa Blanca, la decisión se basa en la falta de cooperación de ciertos gobiernos en el intercambio de información sobre sus ciudadanos y en la emisión de documentos confiables. En el caso de Venezuela, el gobierno estadounidense argumenta que el país no cuenta con una autoridad central competente para la verificación de antecedentes y que históricamente ha rechazado la repatriación de ciudadanos en situación irregular.
Las restricciones afectan a venezolanos que soliciten visas B-1/B-2 (negocios y turismo), F y M (estudiantes) y J (intercambio cultural). Además, se ha ordenado a las embajadas y consulados de EE.UU. reducir la vigencia de cualquier otra visa de no inmigrante emitida a ciudadanos venezolanos.
La medida ha generado reacciones en Venezuela. Diosdado Cabello, ministro de Interior, Justicia y Paz, calificó la decisión como “injustificada”, señalando que afecta a ciudadanos que buscan mejores oportunidades fuera del país. “Estados Unidos acaba de prohibir la entrada de cualquier venezolano. En verdad, estar en EE.UU. es un gran riesgo para cualquier persona, no solo para los venezolanos”, declaró Cabello.
Además de Venezuela, otros países afectados por la prohibición total incluyen Afganistán, Birmania, Chad, República del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen. Mientras tanto, Cuba, Burundi, Laos, Sierra Leona, Togo y Turkmenistán enfrentan restricciones parciales similares a las impuestas a Venezuela.
La comunidad internacional ha criticado la medida, calificándola como discriminatoria y perjudicial para miles de personas que buscan refugio o mejores condiciones de vida. Organizaciones como Oxfam han advertido que la política migratoria de Trump podría agravar la crisis humanitaria en varios países.
