Gregg Abbott, gobernador de Texas, comunicó este lunes que prohíbe que se exige la vacuna contra el COVID-19 para cualquier entidad en su estado al sur de Estados Unidos, incluyendo a las empresas privadas.
“Emití una Orden Ejecutiva que prohíbe los mandatos de vacunación por parte de CUALQUIER entidad en Texas”, escribió Abbot en Twitter.
“La vacuna COVID-19 es segura, eficaz y nuestra mejor defensa contra el virus, pero siempre debe ser voluntaria y nunca forzada”, indicó.
El tuit publicado adjuntaba un comunicado de prensa anunciando la orden ejecutiva estipulando que “ninguna entidad en Texas puede obligar a recibir una vacuna covid-19 por parte de cualquier individuo, incluido un empleado o consumidor que se oponga a dicha vacunación por cualquier motivo de conciencia personal, basada en una creencia religiosa o por razones médicas, incluida la recuperación previa del covid-19″.
Hace un mes el presidente Joe Biden había anunciado que las vacunas serian obligatorias, un mes después esta orden estaría vigente en el estado de Texas quitando relevancia a lo anunciado por el presidente de EE.UU.
Abbott, ha demostrado ya anteriormente una postura diferente, negándose a la exigencia de mascarillas, en agosto pasado dio positivo por COVID-19 después de acudir a un evento público en un lugar cerrado, actualmente el gobernador ya se encuentra vacunado.
Su postura del mandatario antimascarilla y antivacuna, ha tenido apoyo de partidarios del expresidente Donald Trump, generando grandes críticas de los demócratas de Texas.
Si bien su postura de mandato antimascarilla y antivacuna le ha traído el apoyo de partidarios del expresidente Donald Trump, ha generado fuertes críticas de los demócratas de Texas.
Julian Castro, excandidato presidencial demócrata y exalcalde de la ciudad de Austin, indicó en agosto que “desde el primer día” el gobernador de Texas “ha puesto su propia (aspiración) política (…) antes que la salud pública”.
Fuente: Perú 21
(X.K.B.O)
