Una de las páginas más oscuras de los mundiales y del fútbol peruano fue el partido entre la blanquirroja ante la local Argentina en el mundial de 1978. Este encuentro cerraba la jornada de la fase final y dependiendo del resultado, se definiría al campeón.
Si Perú ganaba, empataba o perdía como máximo por 3-0, Brasil quedaba como campeón del mundial, mientras que, si perdía por más goles, el campeón sería la selección albiceleste. Debido esto y al gobierno militar que se vivía en el país sudamericano.
Según German Leguía, Videla, el presidente militar del momento, habría entrado al camerino de los peruanos para asegurarse que se echaran frente al seleccionado argentino. Si bien no se sabe concretamente que paso en este partido, la mancha esta presente y siempre será recordada.