Por: Alejandro Capcha Hidalgo
Periodista
La cavariada, rosada y acomodada, con el Marxismo criollo gobiernan sin dudad este país, presidida por el Ingeniero industrial, Francisco Rafael Sagasti Hochhausler y en el Congreso de la República, la ultra comunista, abogada, Mirtha Esther Vásquez Chuquilín, obtenido obviamente por arte de azar de la vida, o una suerte accidentada; Ambos personajes de izquierda regentan el país por una aventura, o chiripa birlibirloque.
Una alianza izquierdista se ha instalado en el Ejecutivo vía la ficción de delegar a un congresista como jefe de Estado. Hablamos de la alianza entre los progre caviares y el marxismo criollo que, por primera vez en la historia, se apropia de ambos órganos del Estado bajo un mismo puño. El mini partido morado con, Francisco Sagasti en calidad de presidente de la República. y la legisladora comunista Mirtha Vásquez como presidente del Congreso, lideran la alianza roja santificada por el corrompido cartel mediático que conforman El Comercio, La República y demás sucedáneos. Semejante concentración de poder consecuencia de acuerdos fácticos, al margen del resultado de los votos muestra la miseria de país que ahora tenemos. Repetimos. Hoy el Perú lo gobierna la izquierda, cuando la gran mayoría de peruanos ha votado invariable y exprofesamente –desde décadas atrás- contra aquella ideología. Este asalto al poder define que los peruanos han sido engañados por los sectores de izquierda, que el lunes acabaron pactando para tomar el Estado vía una impresentable repartija de poderes. La Fiscalía de la Nación también integra ese pacto, exhibiendo la inseguridad política, social y personal que corren quienes no forman parte de la izquierda criolla, tan o más corrupta que Toledo, Kuczynski o Vizcarra. Basta recordar a Ollanta Humala y/o a Susana Villarán para comprender la magnitud del asalto al Estado que ha perpetrado la izquierda, ahora disfrazada de políticamente correcta y químicamente pura. Ollanta Humala, Susana Villarán, Gregorio Santos y tantos otros izquierdistas integran una camorra delincuencial de la peor estofa y están imputados por gravísimos hechos de corrupción, tras aprovecharse de la oportunidad que les diera este pueblo engañado para administrar su nación.
Si algo similar hubiese ocurrido entre el partido aprista y el fujimorismo, la izquierda ya habría encendido las alarmas del comunismo internacional y el Perú sería hoy un paria planetario. Imagínense, amable lector, si apristas y fujimoristas se hubiesen repartido el Legislativo y Ejecutivo, como han hecho el Frente Amplio y los moraditos liderados por Gino Costa y sus soviets. Ningún país habría reconocido a los presidentes de ambos poderes; la CIDH se mantendría en sesión permanente librando órdenes de captura internacionales contra quienes integrasen nuestros poderes Ejecutivo y Legislativo; internamente se reavivarían los violentísimos días que aún siguen amenazándonos; la Fiscalía habría denunciado por magnicidio a los presidentes del Legislativo y Ejecutivo y un juez habría ordenado sus capturas y sumario procesamiento judicial. Más aún, la poblada habría sido armada por la izquierda cómplice de sendero y mrta, y estaría a punto de estallar una conmoción civil sin precedentes.
La izquierda puede hacer lo que le venga en gana gracias a medios de comunicación como Comercio, República, los canales 2, 4, 7, 8 y 9 y sendas estaciones radiales. Viene ocurriendo desde comienzos de los noventa. Este poder fáctico manipula al país por órdenes del comunismo, la progresía y parte del empresariado.
Desde cuando algunos políticos, u opinólogos pretenden engañar al país con argumentos que carecen de objetividad y desbordan soboneria a lo jóvenes de esta generación reconociéndoles como iconos del Bicentenario, por ¡favor señores lectores!, ya es hora de que abran sus sentidos, acaso la generación de la década del los 80, 90 hemos olvidado lo que fue Sendero Luminoso, ahora Movadef, “Movimiento por la amnistía y derechos fundamentales”, una prosapia de hordas matizados con la violencia y supuestos intelectuales, que se han encargados de azuzar con encarnizamiento a los mal llamados jóvenes Bicentenarios, a través del Movadef , fachada, y ala derecha de sendero luminoso , que ya se enquistaron miserablemente en todas las entidades públicas, ministerios, y claustros universitarios, también hay que resaltar el asalto a la redes sociales utilizando enseñanzas gratuitas haciendo proselitismo bien calculado a niños de 10 años de edad, con una plataforma bien sofisticado, y qué espera la clase política que no se pronuncia, ante la anarquía que se va a generar muy pronto apoderándose inadvertidamente de nuestro Perú.
Ésta manada de muchedumbre dirigida a crear caos que recién empieza con la institución policial que, cumplen su papel del orden de la sociedad, pero hay sinvergüenzas desde su comodidad en el extranjero incitan al vandalismo a los dizques jóvenes representativos del Bicentenario, que luchan para desestresarse de la cuarentena que impuso el beato Vizcarra sin tener un poco de civismo nacional.
Invoco a la sociedad peruana, hay que estar alerta ante esta estirpe de ideología trasnochada que quieren imponer al Perú.