No solo se trata de las agresiones físicas, sino también de las otras, las invisibles. Las formas y las normas han permitido muchas veces que ambas convivan, como ocultas, con la tolerancia y aceptación de las víctimas, en este caso, hablando de una sociedad machista como la nuestra, las mujeres. Es decir, el machismo ha encontrado —o le hemos facilitado— maneras y mecanismos de camuflarse.
“Es que el machismo y sus manifestaciones, como la violencia de género, se ha normalizado”, afirma la artista Fiorella Gonzales-Vigil, que exhibe Moretones culturales, una instalación que medita el tema.
La instalación, cuya curadora es Jana Ugaz, se exhibe en Magenta Galería, Barranco. Está integrada por dos tipos de piezas. La primera es una escultura denominada ‘Armadura blanda’, una especie de maniquí hecho de prendas, como blusas, chompas y polos, cuyas mangas, a maneras de brazos, parecen entreabrazarse solidariamente, para formar el cuerpo de la pieza. La otra parte es, literalmente, un tendal de sábanas. En el centro de cada una de ellas se aprecia, a modo de mancha, un bordado que simboliza un moretón, la inconfundible huella de una agresión.
“Sí, moretones culturales no solo se remite a lo físico, va un poco más allá. Tiene que ver con las conductas. Yo enfocaba más en las normas culturales que siguen preservando ciertas formas de comportamiento, que, en el fondo, siguen manteniendo la desigualdad de género”, enfatiza Fiorella.
La artista señala que entre esas normas está la desigualdad, como ejemplo, la diferencia de trato a las mujeres. Y no solo en los aspectos laborales, económicos, amoroso, sociales, culturales, etc. Además de ellos, las mujeres, desgraciadamente, siguen estando en el centro de un universo acosador.
El trabajo de Gonzales-Vigil ha consistido en representar —y también denunciar— ese atropello contra las mujeres. Y su ‘Armadura blanda’, en ese aspecto, no puede ser más acusadora.
“‘Armadura blanda’ parte de la experiencia mía, que es la misma que viven muchas mujeres con el acoso callejero. La incomodidad que sienten las mujeres cuando transitan por el espacio público. Pero eso también ocurre, como hemos visto, en la política. Hay un acoso contra las mujeres que hacen política. Ante esas situaciones, muchas veces las mujeres tienen que adaptarse para sentirse ‘cómodas’”, explica la artista.
En ese sentido, ¿qué recrea ‘Armadura blanda’?
Hice esta escultura como una denuncia el acoso callejero. Ante el acoso callejero, las mujeres tenemos como mecanismo de defensa cubrirnos con nuestras ropas para caminar con tranquilidad. Pero este acto de cubrirnos se extrema hasta restringirnos nuestros movimientos. Es un poco lo que suele suceder porque el acoso callejero nos obliga a elegir rutas, restringe horarios, elegir tipo de transporte. No somos libres.
La ‘Armadura blanda’ acaso también sugiere, por el soporte en que está hecha —las prendas de vestir—, vulnerabilidad. Como dice la artista, reúne conceptos en contradicción. Es una armadura, pero no es sólida y sin embargo es una coraza y ofrece, en su suma de abrazos, otro tipo de protección.
La otra parte de la instalación se llama ‘La ropa sucia se lava en casa’, que es el tendal de sábanas. El proceso de elaboración de los ‘moretones’ partió de una fotografía hasta llegar a un bordado digital.
“Este trabajo tiene que ver con la violencia doméstica. Es decir, el espacio de las parejas. Asociaba un poco el vínculo que se tienen las parejas, como el amor, la confianza, y que terminan trasgredidos”, detalla.
Para la artista, las sábanas le recuerdan los ajuares que antes hacían las novias antes de casarse. Y es verdad, el matrimonio para muchas se convertía en una suerte de jaula y prisión.
“Se suele decir que la ropa sucia se lava en casa, que no trascienda (el abuso o la violencia). Es decir, mantenerlo oculto, pero no es así, hay que denunciarlo”, precisa la artista.
Y Fiorella Gonzales-Vigil lo ha denunciado. El abuso en privado, los moretones, lo ha hecho público, literalmente, en un tendal de sábanas.
La instalación. Moretones culturales se exhibe en Magenta Galería, Dirección: av. Lima 149, Barranco. Horario de visita: martes a jueves de 4 p. m. a 7 p. m. y sábados de 3 p. m. a 7 p. m. El ingreso es libre.