
El volcán Kanlaon, situado en la isla central de Negros, Filipinas, registró una erupción este martes a las 5:51 hora local, lanzando una columna de ceniza de aproximadamente 4,000 metros de altura. Esta nube se dispersó sobre localidades cercanas, como La Carlota, donde se reportó caída de ceniza.
El Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología (Phivolcs) ha calificado la erupción de «voluminosa» y ha compartido un video del evento. A raíz de la magnitud de la erupción, la Oficina de Defensa Civil de Filipinas está considerando elevar el nivel de alerta al número 4, lo que indicaría una fase de erupción peligrosa inminente o en curso. Esta medida podría obligar a evacuar a decenas de miles de residentes en un radio de 9 kilómetros alrededor del volcán, siguiendo protocolos de seguridad establecidos para proteger a la población.
Esta actividad eruptiva se produce solo cuatro meses después de un evento similar en diciembre de 2024, cuando el Kanlaon expulsó ceniza que alcanzó los 3,000 metros. Aquel incidente también llevó a evacuaciones masivas y dejó a miles de personas desplazadas.
El volcán Kanlaon, que se eleva a 2,465 metros, es uno de los más activos de Filipinas, con un historial de 15 erupciones en la última década. La erupción más mortal ocurrió en 1996, cuando una repentina expulsión de ceniza causó la muerte de tres escaladores. Dada su proximidad a centros poblados, las autoridades mantienen una vigilancia constante sobre el volcán, con equipos técnicos del Phivolcs analizando la actividad sísmica y volcánica en la región para anticipar posibles intensificaciones en el proceso eruptivo.
Como sabrán Filipinas, ubicada en el ‘Anillo de Fuego’ del Pacífico, es altamente vulnerable a desastres naturales, incluidos terremotos, erupciones volcánicas y tifones. Cada año, el archipiélago enfrenta una combinación de aproximadamente 20 tormentas y fenómenos sísmicos, convirtiéndose así en uno de los países más propensos a desastres del mundo. Las autoridades han instado a la población a mantenerse informada y preparada, mientras continúan monitoreando de cerca la actividad del Kanlaon.
La situación sigue siendo crítica y las autoridades están en constante comunicación con la población afectada, recordando la necesidad de estar alerta ante posibles cambios en la actividad del volcán.