Ricardo Sánchez Serra
El 1 de octubre es un día de celebración y de reflexión.
Una efeméride para jurar lealtad a la institución gremial, fidelidad a los líderes gremiales y de reafirmación de la defensa de las libertades.
Amar a la institución y reconocer la labor de sus dirigentes, que día a día combaten para que la libertad de expresión y la libertad de prensa sean plenas y que defienden el derecho de los periodistas a cumplir con su trabajo profesional, sin coacciones de cualquier autoridad pública o agresiones de privados. La independencia y la autonomía son fundamentales.
El periodismo es hermoso. un sacerdocio, la voz de los sin voz, y única profesión que te retribuye por tu hobbie. Es también esfuerzo, batallar diario, paciencia, perseverancia y sacrificio.
Sufre persecución, por actitudes totalitarias, que no son tolerantes, que no aceptan la verdad de la realidad y que pretenden ocultar la corrupción y su incapacidad. Por eso, siempre manifiesto que, si hay un periodista en el mundo perseguido, ningún periodista debe estar tranquilo, ni tampoco ser indiferente, debido a que nos afecta a todos.
Recordemos siempre a nuestros mártires, que son grandes ejemplos en la búsqueda de la verdad. Honremos su memoria. Ellos se sacrificaron por todos nosotros.
“Para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser buenos seres humanos. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas. Si se es una buena persona se puede intentar comprender a los demás, sus intenciones, su fe, sus intereses, sus dificultades, sus tragedias”, indicaba el famoso Ryszard Kapuscinski. Es totalmente cierto, con el alma negra o vacía no se puede hacer buen periodismo. Somos mensajeros de paz, podemos ayudar a que la sociedad mejore. La altanería, la arrogancia, la hipocresía, perfidia o el odio, no ayudan, más bien te delatan, te envilecen. No cuesta nada ser sencillo, educado, con buenas formas, con estas actitudes todos te abrirán las puertas. Hay que respetar siempre la opinión de los demás, aunque no nos guste. Y si hay que rebatirla, hay que hacerla sin burlas, con altura, con argumentos, no con solo calificativos.
Aunque muchos no entiendan, la opinión es parcial -incluso sujeta a controversia-, la información si debe ser imparcial y hay que buscar siempre la versión de las dos partes. El respeto al off the record debe ser nuestro juramento, no por una primicia hay que violarlo. Esto descredita la profesión y afecta el futuro profesional. El figuretismo tampoco ayuda, si se dan cuenta es una “gloria” efímera, la estrella debe ser el entrevistado.
Hay mucho que decir y aprender en esta efeméride.
Hoy tenemos que festejar, pero también ser crítico con uno mismo. ¿Cuánto de bien y justo hemos hecho? Hay que ser siempre mejores.
¡Dios bendiga a todos los periodistas y a sus familias, que tanto sufren la ausencia!