El martes último falleció en Lima a sus 96 años el filósofo y conocido padre de la Teología de la Liberación, Gustavo Gutiérrez Merino, sacerdote peruano perteneciente a la congregación Dominicana de San Juan Bautista del Perú desde el 2001, quien fue reconocido por su capacidad de vincular la fe cristiana con la justicia social.
El presbítero universal propuso la opción preferencial por los pobres en la Teología, al culminar el Concilio Vaticano II, subrayando como un camino fundamental para vivir nuestra fe. Lo que llevó a la creación del libro Teología de la Liberación, publicado en 1971. Esta obra marcó el pensamiento teológico, planteando la necesidad de que la iglesia asuma un papel activo en la defensa y derechos de los pobres.
A lo largo de su vida, el filósofo Gutiérrez recibió numerosos reconocimientos internacionales por su pensamiento innovador, que influyó en generaciones de teólogos, movimientos eclesiales de América Latina y el mundo. Su obra sigue siendo referencia clave en los debates de la Iglesia en la lucha contra la desigualdad y la pobreza.