Ricardo Sánchez Serra
Una selección de destilados rusos de alta gama, como vodka, ginebra y bitters, fueron presentados en un hotel de Miraflores, por la empresa CorpKV, de una conocida familia emprendedora peruana.
El verdadero vodka, el ruso, estaba ausente en el mercado nacional y llega al Perú -y a la Comunidad Andina de Naciones- gracias a un acuerdo comercial entre la empresa de la República Autónoma de la Federación Rusa, Tartaristán, JSC TATSPIRTPROM y CorpKV.
Tartaristán, ubicada en el Distrito Federal del Volga, tiene una historia de destilación que se remonta a tiempos antiguos, y sus destilados suelen ser apreciados por su calidad y autenticidad.
En el evento se presentaron y ofrecieron degustaciones de 23 destilados importados, pertenecientes a las marcas Valyuta, Graf Ledoff, Tundra, Khanskaya y Royal Raven. Asistieron miembros del cuerpo diplomático, dueños y representantes de empresas del sector HoReCa, mixólogos, baristas y periodistas, que destacaron la alta calidad de los productos y ventajas competitivas de cada producto en comparación con los licores actualmente disponibles en el mercado peruano.
La directora de Corporación Kajatt Vaccari explicó el concepto ‘Vodka es Rusia’, resaltando el vínculo cultural entre el vodka y la nación rusa. Narró la historia del monje Isidoro, quien en 1430 creó la primera receta de vodka en el Monasterio Chúdov del Kremlin de Moscú. Este ‘vino de pan’ se obtenía mediante la destilación de cereales fermentados y tenía un contenido alcohólico inferior al 40 %.
Mientras, el presidente del Directorio de Corporación Kajatt Vaccari S.A. ofreció una reseña histórica de la empresa, destacando su trayectoria de cuatro generaciones en los sectores industrial-textil, inmobiliario y comercio internacional.
“A pesar de que los peruanos reconocen que el vodka es ruso, muchos no saben que ninguno de los vodkas que se comercializan masivamente en el Perú actualmente proviene de Rusia. Ahora eso cambiará”, se señaló.
El consumo de vodka y gin ha aumentado significativamente en los últimos años en el Perú, creando una oportunidad propicia para la introducción de destilados rusos de alta calidad en el mercado local.