Los daños a la piel generados por la exposición a los rayos ultravioleta pueden ser causados por dos tipos de radiación.
Los rayos UVB: Los cuales poseen una alta carga energética que puede debilitar la dermis si penetra el ADN, es causante del cáncer de piel.
Por otro lado, los rayos UVA: que cuentan con menos carga energética que los rayos UVB, pero igual de dañino. Causa daños a largo plazo, como el fotoenvejecimiento, pigmentación, melanomas, alergia al sol y agravación de la piel.
Para evitar ser víctima de una enfermedad dermatológica ocasionada por la radiación UVB, se recomienda lo siguiente:
Debemos usar protección solar diariamente, 20 minutos antes de salir, como parte de la rutina para el cuidado de piel, sin importar que tan soleado esté el día. Luego, debemos volver a replicar el bloqueador solar cada 2 a 3 horas. En caso de que vayamos a la playa o a la piscina, debemos volver a aplicar luego de meternos un chapuzón.
Es importante consumir alimentos que mejoren y protejan la salud de la piel, como los carotenoides (en alimentos de color naranja y rojo como: tomate, zapallo, fresa, sandía, zanahoria, entre otros), omega 3 (frutos secos, chía y linaza). Además de beber mucha agua.
Si se tiene piel seca, podemos usar un protector con textura en crema. Por otro lado, si la piel del cutis es grasosa, debemos emplear bloqueadores en gel. Las pieles mixtas pueden usar cualquiera de las dos. El producto que usemos, debe indicar una protección de 50+.
Y.O.C.
