l informe “Violencia en línea contra las mujeres periodistas: Instantánea mundial de la incidencia y las repercusiones” presentó las principales conclusiones de una encuesta realizada por la Unesco y el Centro Internacional para Periodistas (ICFJ) a finales de 2020. Las respuestas de 714 periodistas y trabajadoras de medios de comunicación de 125 países plasman en números el panorama: el 73 % de las mujeres encuestadas dijo haber sufrido violencia en línea. El 25 % recibió amenazas de violencia física y el 18 % sexual.
En 2018 la Relatora Especial sobre la Violencia contra las Mujeres de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Dubravka Šimonović, definió la violencia en línea contra las mujeres como “todo acto de violencia por razón de género contra la mujer cometido, con la asistencia, en parte o en su totalidad, del uso de las TIC, o agravado por este, como los teléfonos móviles y los teléfonos inteligentes, Internet, plataformas de medios sociales o correo electrónico, dirigida contra una mujer porque es mujer o que la afecta en forma desproporcionada”.
El aumento de estos actos de violencia a las periodistas y trabajadores de medios de comunicación se da luego de la publicación de notas u opiniones emitidas en redes sociales.
En conversación con Infobae, la periodista y conductora del matinal de La voz de los que sobran, Alejandra Valle, denunció que debido al acoso y al hostigamiento virtual, “perdí mis dos trabajos, en la tele y en la radio, y pensé en quitarme la vida”. “Las opiniones negativas y las agresiones en línea sobre una se quedan como pegadas en tu cerebro, en tu ánimo y en espíritu. Es muy difícil sacarlas de encima. Provocan ofensas masivas y sistemáticas durante un período de tiempo y es demasiado doloroso. Por suerte, luego todo salió bien. Armé mi propio medio y eso ha sido hermoso”, profundizó.
“Tenía una cuenta con más de 600 mil seguidores en Twitter. En una oportunidad di mi opinión sobre las policías. Ni siquiera fue un tweet que yo hubiera elaborado para expresar algo, sino que estaba conversando con alguien. Esa opinión provocó una ola de comentarios que me mantuvo en trending topic como 10 días. Fue tanta la violencia que decidí cerrar mi cuenta. Preferí perder a mis seguidores para cuidar mi salud mental. La pasé tan tan tan ferozmente mal. No sé si como seres humanos entendemos lo complejo que es y lo dolorosas que son las palabras. Se siente como ser lapidada por la sociedad por algo que piensas, y no es justo”, comentó Alejandra Valle al medio argentino.