Científicos han descubierto las estructuras de baterías más antiguas que llenaron el planeta Tierra de oxígeno gaseoso. Alrededor de 1.750 millones de años, existía una especie que ya tenía algo similar a unas vesículas llamadas tilacoides que facilitaban la amplificación de capacidades con relación a la fotosíntesis. Los tilacoides hoy en día aún se encuentran presentes como parte de las cianobacterias, plantas y algas que convierten la luz solar en energía química.
La fotosíntesis
Es aquel mecanismo, por el cual, en los inicios de los inicios en el planeta, las cianobacterias aprendieron a convertir la energía solar en energía química que necesitaban para vivir, todo ello, a través de la recolección de electrones de algún compuesto presente en su entorno. Logrando así que las cianobacterias aprendan a realizar una forma de fotosíntesis, tomando agua, combustible abundante con el cual producían el hidrógeno necesario para similar el carbono de CO₂ de la atmósfera.
Dentro del metabolismo de las cianobacterias, liberan desechos sobrantes que consumió oxidando los minerales de las rocas. Hace 2.400 millones de años, surgió la llamada “Gran Oxidación”, en donde la atmósfera terrestre llegó a acumular hasta 1% de O₂, provocando en ese momento una extraordinaria diversificación de los seres humanos.
Las cianobacterias
Según Patricia Sánchez Baracaldo microbióloga de la Universidad de Bristol, Reino Unido, microbióloga, explica que había oxígeno antes de la Gran Oxidación, pero eran reductos.
“Las cianobacterias son importantes porque el oxígeno que tenemos en el planeta es el resultado de la actividad estos organismos biológicos”, expone Sánchez Baracaldo, microbióloga.
Añade también que es importante determinar cuando apareció este tipo de fotosíntesis, algo que ha fascinado a los científicos y también a la gente porque sin oxígeno, la evolución no habría llegado a cada uno de nosotros.
“En las cianobacterias con tilacoides se multiplica la superficie de membrana de manera muy importante y, por tanto, la capacidad fotosintética de la célula”, Purificación López, investigadora de la Universidad de París-Saclay, Francia
Gran Oxidación:
“Durante la Gran Oxidación de la atmósfera no hay extinción. Seguramente se crearon nuevos hábitats oxigenados, donde efectivamente hay una diversificación de organismos fotosintéticos oxigénicos y de organismos aerobios que usan el oxígeno. Pero los otros no desaparecieron, siguen existiendo en lugares donde no hay oxígeno, y sigue habiendo organismos fotosintéticos anoxigénicos en lagos, en sedimentos, en tapetes microbianos y sigue habiendo una biología anaerobia muy importante, incluso en nuestro intestino, el microbioma”, expone López.