La “paz” que existía entre Estados Unidos y China ha empezado a resquebrajarse, luego que el presidente americano expresara abiertamente su molestia por la carrera armamentista de Pyongyang (Corea del Norte) que el presidente chino no pudo detener.
Una de las medidas de presión del presidente Donald Trump fue enviar un barco de guerra a Tritón, un minúsculo enclave perteneciente al avispero territorial de las Islas Paracelso, en el mar de China Meridional. Esta medida fue recibida como “traición” por parte de su homologo Xi Jinping, quien, además insistió en que Estados Unidos debe poner fin de inmediato a este tipo de “operaciones provocativas”.
A su vez, China no hizo esperar su respuesta y desplegó tres buques militares y dos aviones de combate. «Este comportamiento constituye una seria provocación política y militar», declaró la noche del domingo el portavoz de Exteriores chino Lu Kang, «China está fuertemente insatisfecha y se opone firmemente a ella. Sin embargo dejo en claro que no temerán responder si surge un ataque directo “China ha desplegado buques militares y aviones de combate para poner sobre aviso al destructor estadounidense”, enfatizó.
Así mismo, Lu recordó a Trump que las islas Xisha (nombre chino de las Paracelso) son «parte inherente del territorio chino», de acuerdo con la Ley de la República Popular de China sobre el Mar Territorial y la Zona Contigua, promulgada en 1996, por tanto pido que se abstenga de incursionar bajo el «pretexto dela libertad de navegación» sin la aprobación previa de China.
N.R.C.H
