Estados Unidos empezó a aplicar hoy día aranceles del 10% a bienes chinos importados por valor de 200 000 millones de dólares, un paso que acerca la guerra comercial con la potencia asiática, que acusa a Washington de ´intimidación´ basándose en “acusaciones falsas”.
Los gravámenes comenzaron a aplicarse el primer minuto de este lunes, y se encuentran a la espera de que Pekín responda con aranceles de entre 5% y 10% a productos estadounidenses por valor de US$ 60 000 millones.
Los gravámenes anunciados por el presidente republicano Donald Trump ya hizo mella en el 12% de las importaciones totales de EE.UU. en lo que va del año.
Desde que asumió el mando de los Estados Unidos, Donald Trump pide a China finiquitar prácticas comerciales que él considera desleales, que restan inversiones y destruyen empleos en su país.
“Estas prácticas son una grave amenaza a largo plazo para la prosperidad económica de Estados Unidos”, manifestó al anunciar los nuevos aranceles.
Pekín, por su parte, respondió a Estados Unidos alegando que son acusaciones falsas y de hacer uso del aumento de aranceles como un medio de intimidación económica para imponer intereses propios por la vía de una presión extrema.
La medida por parte de Pekín del aumento de los aranceles sobre productos estadounidenses por US$ 60 000 millones empezará a aplicarse poco después del que presentó Trump.
China, por su lado, elaboró una lista de 5 200 bienes estadounidenses que cuentan con aranceles de entre 5% y 10%, dentro de la lista se encuentran productos clave para EE.UU. como el gas natural licuado, la electrónica, el aceite de menta, el cuerdo de cerdo y los preservativos.
Las nuevas medidas de Pekín suponen que China impondrá gravámenes a productos de procedencia estadounidense por un total de 110 000 millones de dólares, es decir, casi todo lo que China compra a Estados Unidos.
R.E.T
